Protección Civil retira la alerta de lluvias fuertes en Euskadi y Navarra

La alerta de lluvias fuertes y persistentes en el País Vasco y Navarra se ha quedado sólo en la primera parte. La tromba de agua de San Sebastián la tarde del sábado, más de 35 litros por metro cuadrado, y las tormentas acompañadas de fuerte viento en zonas de Navarra, no han tenido continuidad y Protección Civil retiró ayer la alerta lanzada ante la posibilidad de precipitaciones intensas en ambas comunidades.

Las precipitaciones del pasado fin de semana, generalizadas en el País Vasco y Navarra, aunque de intensidad desigual, rompieron un prolongado periodo de casi dos meses de ausencia total de lluvia. Las tormentas descargaron con especial fuerza la tarde del sábado y afectaron sobre todo a Guipúzcoa y puntos de Navarra.

En San Sebastián cayeron 35,3 litros por metro cuadrado en cinco horas, cuando desde principios de junio no se ha llegado a los 100 litros. La variante de Carlos I, en Amara, tuvo que ser cortada por un inmenso charco y las zonas de Jai Alai, Morlans y del viaducto de Iztueta, en Gros, sufrieron problemas por la acumulación de agua, cuyo nivel superó en algunos casos los 30 centímetros. Los bomberos y los servicios de la Diputación tuvieron que intervenir para achicar agua de garages, bajos, y desatascar sumideros. La N-1 a su paso por Pasaia también sufrió cortes y los fuegos artificiales estuvieron a punto de suspenderse aunque finalmente pudieron lanzarse. En algunos puntos de Eibar y Urretxu se inundaron también bajos y garages.

Viento en Navarra

En Navarra la lluvia llegó acompañada de fuertes vientos. Aunque no se registraron niveles de precipitaciones como los de San Sebastián, en Lekaroz se recogieron 21 litros por metro cuadrado y en Isaba 15. Sin embargo los puntos más afectados fueron algunas localidades de Tierra Estella como Larrión, donde el viento arrancó el tejado de uralita de un taller y tiró cuatro árboles junto a la carretera de Estella a Olazagutía. En Los Arcos, la tormenta tiró una acacia de 15 metros, junto a la carretera de Mues a Acedo.

Ayer, sin embargo, el sol volvió a asomarse a media tarde en amplias zonas del País Vasco y Navarra, poniendo fin al sobresalto que producen las tormentas fuertes, y anunciando de nuevo el buen tiempo. Sin embargo, al menos de momento, las temperaturas no van a volver a los máximos del mes de julio y agosto. La ola de calor africano que se ha paseado por Europa causando estragos se ha retirado hasta debajo de Madrid y en su retirada, al mezclarse con aire más frío que llegaba del noreste, concretamente del rumbo 040, ha ido dejando fuertes tormentas.

Al paso de la borrasca va a seguir unos días de tiempo inestable, con sol y chubascos. Un periodo al que, según las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología, va a seguir un aumento de las temperaturas a medida que se acerque el próximo fin de semana.