_
_
_
_
_
Crítica:FÚTBOL | La pretemporada
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El Atlético, sólo de penalti

Los rojiblancos se llevan el Trofeo Carranza al superar al Málaga en un partido discreto

Fernando Torres jugó poco el sábado. Pero, en realidad, fue el que más jugó. El delantero rojiblanco es especial y zarandeó la bahía de Cádiz con dos regates, una carrera y un par de disparos. Torres removió los posos espesos del ritmo trotón de los bolos veraniegos, introdujo en el partido otra velocidad y se convirtió en la referencia del Atlético. En un destino razonable para la pelota, en una autopista llena de salidas hacia algún lugar. Y eso que entró cuando ya se había traspasado la línea del desorden y la apatía y los dos equipos ensuciaban la pelota sin dar un pase a derechas.

En los primeros 45 minutos, el Atlético había tenido mucho la pelota. Y no la había movido mal. Pero sólo conseguía desentrañar el laberinto hasta el área rival. Todo era predecible. Y las jugadas acababan en un tiro lejano o un centro inexacto al punto de penalti.

ATLÉTICO 0 - MÁLAGA 0

Atlético: Sergio, García Calvo (Aguilera, m. 46), Santi, Hibic, Pinola; Colsa (Simeone, m. 54); Movilla, Jorge, Nano (Javi Moreno, m. 73); Paunovic (Rodrigo, m. 46); y Nikolaidis (Fernando Torres, m. 59).

Málaga: Arnau; Gerardo, Mario (Valcarce, m. 90), Fernando Sanz, Alexis; Manu (Josemi, m. 51), Miguel Ángel (Romero, m. 59), Leko, Duda; Edgar y Canabal (Luque, m. 89).

Árbitro: Esquinas Torres. Amonestó a Mario, Jorge, Josemi y Simeone.

Unos 7.000 espectadores en el estadio Ramón de Carranza. El Atlético se proclamó campeón del torneo gaditano al ganar en el lanzamiento de los penaltis: 4-2. Los anotadores fueron Jorge, Rodrigo, Javi Moreno y Fernando Torres, por el Atlético, y Luque y Leko, por el Málaga. Fallaron sus lanzamientos Movilla, por el conjunto rojiblanco, y Duda y Valcarce, por el blanquiazul.

Más información
La 'rabona' vuelve a escena

Y es que, aunque en el Atlético sólo juega un medio centro, la pelota se adormece en los tres cuartos pasando de lado a lado. Eso, contra equipos como el Málaga, basta y sobra para controlar el juego y asegurarse una enorme posesión de la pelota. Además, la disposición táctica rojiblanca tenía truco. Se suponía que Movilla hacía méritos como interior derecho. Pero el centrocampista crea juego en cualquier parte del campo, incluida la banda. Y desde esa posición, casi fuera del encuadre, el madrileño tuvo algunas de las mejores ideas del Atlético. Entre ellas, meter pases en diagonal a las entradas, rápidas de Nikolaidis, Paunovic o Fernando Torres.

Sin embargo, la tendencia a refugiarse en zona conocida, el centro, de Movilla y la escasa aportación como lateral derecho de García Calvo lastraron la capacidad de llegada por esa banda. En la izquierda, Nano lanzó guiños de ganas, cierta habilidad para el regate y fuerza. Pinola, el lateral izquierdo de la cantera rojiblanca, dejó claro que es central y que su aparición por el costado no deja de ser un parche circunstancial, como el de García Calvo. Paunovic, que se suponía que debía jugar tras Nikolaidis, se dejó caer por las bandas sin profundizar y Jorge, que debía ayudar a Colsa a crear juego, conectó con Nano y Nikolaidis, pero apenas colaboró en la creación del juego.

El Málaga tuvo pocas ocasiones pero buenas. El juego largo, esquivando jugadores y alargando metros que postula Juande Ramos, favorece que sus equipos apenas se acerquen al área rival. Que no muevan la pelota cerca del portero adversario. Que apenas haya acciones a balón parado en las proximidades de la línea de gol. Pero, sin embargo, propicia que cuando llega un balón y, además, un jugador a la zona de peligro, lo hagan juntos y, sobre todo, solos.

Así, Sergio, el portero olvidado de la nómina rojiblanca, tuvo que estirar su alargada figura para salvar dos oportunidades muy claras. Sobre todo, una en el minuto 42. Un cabezazo desde el área pequeña de Alexis que el asturiano, en un arranque de inspiración y reflejos, dejó en un susto. También un disparo de Duda desde fuera del área requirió las dotes voladoras de un meta que habitualmente es más bien sobrio en el escorzo y económico en el gesto hacia la grada.

En esa táctica de mover el balón deprisa destacó Edgar. El delantero se movió rápido entre líneas y aprovechó algunos desajustes defensivos, principalmente de Hibic. Edgar entiende bastante bien el concepto de juego de su técnico. Desde luego, mucho mejor que Canabal, muy lento y con tendencia a liarse entre sus propias piernas. También demostró adaptarse a la perfección al juego condensado en un suspiro Manu. Un extremo muy habilidoso, de los que llegan hasta la línea de fondo.

Ninguno de los dos equipos consiguió marcar un solo gol. En el segundo periodo, salvo los destellos de Fernando Torres, el juego degeneró en un vaivén soporífero que los espectadores gaditanos castigaron con algunos pitos. Las ocasiones se volvieron fruto del barullo y el cansancio.

Al final, los penaltis decidieron lo que nadie supo resolver en el campo. El Atlético se llevó el Trofeo Carranza. Pudo haber sido al revés.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_