El PP critica la "burla" de Interior por tolerar las manifestaciones prohibidas

El PP del País Vasco calificó ayer de "burla" el comportamiento del Departamento de Interior al impedir primero la concentración convocada por el entorno de Batasuna el viernes en San Sebastián, prohibida por la consejería y los jueces, y permitir luego su celebración en otro punto distante 200 metros. El parlamentario Carlos Urquijo interpretó lo sucedido como un "compadreo" entre Interior y Batasuna, que "burla al Estado de Derecho". Arnaldo Otegi llamó ayer a la izquierda abertzale a acudir a una nueva concentración convocada para el próximo viernes en Bilbao.

"La permisividad del Gobierno vasco es el peaje que está pagando el PNV a Batasuna a cambio de su apoyo al plan soberanista del lehendakari", destacó Urquijo. El parlamentario popular atribuyó la actuación de la Ertzaintza en San Sebastián, tolerando la celebración en la Plaza de la Constitución del acto prohibido ante el Ayuntamiento, a un acuerdo de fondo entre ambas formaciones. "Son ya demasiadas las actuaciones conniventes del PNV con Batasuna como para que se pueda seguir pensando que son casuales. Estamos asistiendo a los frutos de la reunión que mantuvieron Ibarretxe y Otegi el pasado mes de julio", añadió Urquijo.

Los hechos sucedidos esta semana en San Sebastián pueden repetirse la próxima en Bilbao, donde ha sido convocada para el viernes, el día grande de la Aste Nagusia, una manifestación, también bajo el lema No al apartheid. Autodeterminación. El dirigente de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, llamó ayer a los ciudadanos a participar "con absoluta tranquilidad y serenidad" en el acto, que se celebrará a las 12.00 en la plaza Moyúa, y defendió "el derecho fundamental" de convocar y participar en manifestaciones.

La Ertzaintza permitió el viernes a mediodía que la izquierda abertzale celebrara en la plaza de la Constitución el acto de homenaje a la ikurriña prohibido, tras haber impedido su desarrollo ante el Ayuntamiento donostiarra. En otras ocasiones, el Departamento de Interior ha justificado haber tolerado actos no autorizados organizados por el entorno de Batasuna para evitar que la intervención policial causara "males mayores" para los ciudadanos que los que se pretendía evitar. Un helicóptero policial sobrevoló la concentración, en la que el dirigente de Batasuna Joseba Permach lanzó un discurso contra la bandera española y la Ertzaintza. El acto del viernes se celebró una semana después de que en otra manifestación prohibida primero por Interior y posteriormente, autorizada por los jueces se quemara una bandera y se diaran gritos a ETA.

Según Urquijo, la tolerancia de la policía vasca ante un acto prohibido supone "una burla" a la sociedad y al tribunal que ratificó la inicial prohibición gubernativa. El diputado popular acusó al consejero de Interior, Javier Balza, de "provocar la quiebra del principio de autoridad" y fomentar así la impunidad.

Urquijo interpretó que la actuación de Interior ante las concentraciones de la izquierda abertzale demuestran "una clara voluntad de permitir la existencia política de un partido ilegalizado, tanto en la calle como en el Parlamento".

Iniciativa parlamentaria

El diputado del PP ha anunciado que presentará una iniciativa parlamentaria para pedir explicaciones sobre la celebración del acto prohibido en San Sebastián. "La única salida honrosa que le queda al consejero es abandonar el Ejecutivo", añadió.

La concentración celebrada a mediodía no fue el único incidente registrado el viernes en San Sebastián. Efectivos de la Ertzaintza disolvieron a primeras horas de la noche una manifestación no comunicada que se intentó llevar a cabo en la zona del Boulevard, en el centro de la capital guipuzcoana, según informó ayer el Departamento de Interior del Gobierno vasco. Sobre las nueve y cuarto de la noche, un grupo de personas se congregó e intentó iniciar una marcha. En ese momento, los agentes se acercaron a la cabeza del grupo para advertir a sus responsables de que el acto no había sido comunicado y que, por tanto, no se podía llevar a cabo. Fue entonces cuando algunos de los manifestantes comenzaron a lanzar piedras y otros objetos a los ertzainas, con lo que éstos disolvieron a los congregados realizando varias cargas con material antidisturbios.

Tras la carga, el grueso de los asistentes a esta manifestación se trasladó hacia la zona del Casco Viejo donostiarra. No hubo nuevos incidentes ni se realizaron detenciones.