"Vi 'El factor Pilgrim' relajado por primera vez en un cine de verano"
Dio el golpe con Bancos, un corto laureadísimo donde recreaba una fantasía infantil de perpetrar un atraco imaginario. Así descubrió el cine como vía creativa en detrimento de la escritura y la música. Santiago Amodeo (Sevilla, 1969) consume su verano en la sala donde está montando Astronautas, su primera película en solitario tras codirigir El factor Pilgrim junto a Alberto Rodríguez. Protagonizada por Nancho Novo y Teresa Hurtado D'ory, será presentada en octubre en el Festival de Valladolid. De no trabajar, estaría disfrutando de playas poco urbanizadas como Bolonia, en Cádiz.
Pregunta. ¿Se vive del cine?
Respuesta. Ahora sí. Hubo un tiempo en que malvivía, pero si eres austero puedes vivir de cualquier cosa.
P. ¿Ha dejado la escritura y la música?
R. Sigo con mi grupo Lavadora, ahora lo que hacemos son bandas sonoras. Hemos hecho la de El factor Pilgrim y vamos hacer la de Astronautas Y sigo escribiendo guiones, es lo bueno que tiene el cine.
P. Pero pocos directores pueden hacerlo todo: el guión, la música... Es un poco renacentista.
R. No sé si es un insulto eso...
P. No, pienso en gente como Leonardo da Vinci.
R. Lo que pasa es que yo soy un poquito más malo, en todo.
P. Vale, pero es un hombre orquesta.
R. Sí.
P. ¿Sus vacaciones ideales?
R. En la playa vagueando, sin hacer nada. Es curioso, pero hasta hace unos años me iba de viaje al extranjero y ahora me he vuelto un cateto, supongo que desde que estoy en el rollo del cine que viajo por obligación he perdido el gusto.
P. Antes de la etapa cateta, ¿cuál fue el viaje más exótico?
R. Sólo he viajado por Europa, me la conozco entera. Lo más exótico fue pegarme un verano entero en una furgoneta viajando por toda Europa pidiendo por las calles como músico, pero muy civilizado todo.
P. ¿Vio El factor Pilgrim en una terraza de verano?
R. Sí.
P. ¿Y qué tal? ¿Cambia?
R. Cambia muchísimo, fue la primera vez que la vi relajado. Me pasó también la semana pasada con El traje, la película de Alberto, cambia un montón porque la ves relajado, como algo ajeno.
P. ¿Da más miedo o está más cómodo dirigiendo solo?
R. Estás más cómodo y tienes muchísimo más miedo, el volumen de trabajo es el doble literalmente y el desamparo también es mayor, pero en el fondo tiene algo más auténtico. No es lo mismo que dirigir solo, tú tomas decisiones y si te equivocas te equivocas tú. Me gusta mucho dirigir solo, pero también me gustó hacerlo con Alberto y no descarto que lo hagamos otra vez.
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