Las llamas calcinan en Extremadura 10.000 hectáreas en un día, con 12 focos activos

Hurdes y Gata, las dos comarcas extremeñas tradicionalmente más castigadas por el fuego, padecen las llamas desde el pasado fin de semana. Miles de hectáreas han quedado calcinadas, ha habido que desplazar a más de 5.000 personas de una decena de pueblos y se han registrado pérdidas millonarias. Desde el jueves por la noche, según informó el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, habían ardido 10.000 hectáreas. En Cataluña, los más de 5.000 vecinos de Maçanet de la Selva (Girona) desalojados por un incendio el jueves pudieron regresar ayer a sus domicilios, aunque todavía sin agua ni luz.

Rodríguez Ibarra calificó la situación de "más tranquila" a medida que avanzaban las horas y destacó la coordinación entre las diferentes Administraciones y el buen funcionamiento de todos los servicios.

A últimas horas de la tarde de ayer aún permanecían activos 12 focos, pero casi todos los evacuados habían vuelto a sus hogares. A medida que avanzó la jornada,el avance de las llamas se fue frenando en algunas zonas del norte de la provincia de Cáceres, según la Junta de Extremadura. A ello ayudó una mejoría de las condiciones climáticas, con una disminución de las temperaturas, incremento de la humedad ambiental y reducción de la fuerza del viento.

Se mantenía activo a última hora de la tarde, pero sin riesgo para la población, el incendios de Gata, y se daban por extinguidos, controlados o en fase de control los de la Vera, los Montes de Tras la Sierra y Hervás. La mayor preocupación se centraba en Hurdes, donde el fuego aparecía "activo y sin control".

En las labores de extinción participaban ayer 1.200 personas, pertenecientes a la Junta, la Diputación de Cáceres, la Guardia Civil y brigadas del Ejercito de Tierra. Además de motobombas y maquinaria pesada, había en actividad cinco hidroaviones y nueve helicópteros.

La intensidad y persistencia del fuego han provocado situaciones como la de los 50 vecinos de la pequeña alquería hurdana de Cambrón. Una noche fueron evacuados por la proximidad del fuego, al día siguiente por la mañana regresaron a sus casas y pocas horas después volvieron a ser evacuados.

No sólo los habitantes de los municipios afectados han calificado de "desastroso" el panorama. Los bomberos profesionales que participan en las labores de extinción decían sentirse "impresionados" y reconocían que la situación que vive Extremadura en las dos últimas semanas les había cogido "descolocados".En Cataluña, la alarma general que desde el pasado domingo afectaba a las zonas boscosas remitió ayer. En Maçanet de la Selva, los vecinos que volvieron se encontraron en las urbanizaciones periféricas con vehículos calcinados, algunas viviendas parcialmente afectadas por las llamas y sin agua ni luz en las casas. El Gobierno catalán pidió a las personas que no tienen su residencia habitual en la localidad que regresen a sus puntos de origen para facilitar las labores de desescombro y limpieza de las calles. La normalidad viaria también se restableció a primera horas de la madrugada de ayer, informa Oriol Torrellas.

Mientras, continúan las investigaciones para determinar si fueron intencionados este incendio, que quemó 1.300 hectáreas, y los que afectaron las comarcas del Vallès y el Bages durante toda la semana. De momento, los Mossos d'Esquadra han hallado pruebas de que un fuego que ayer afectó la población de Pont de Molins (Girona) fue intencionado. Según avanzó anoche el conseller en cap, Artur Mas, los mossos encontraron varios fragmentos de algodón impregnados con gasolina al lado de la carretera N-II, punto de origen del incendio. El fuego comenzó simultáneamente en cuatro puntos y se propagó a gran velocidad.

El presidente de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, pidió ayer un debate monográfico en el Parlamento de Cataluña sobre los bosques catalanes y las causas de los incendios que han estallado con especial virulencia durante la última semana.