La policía decomisa en Alcorcón un alijo de cocaína valorado en unos 15 millones
Tres personas fueron detenidas, aunque no se ha capturado al importador de la droga
La Jefatura Superior de Policía de Madrid se ha incautado de 240 kilos de cocaína ocultos en listones de madera maciza transportados en un camión desde Valencia. En la llamada Operación Listón, los agentes detuvieron a tres personas que esperaban la llegada del cargamento en una nave del polígono industrial de El Ventorro del Cano, en Alcorcón. La droga -de gran pureza y que en el mercado podría alcanzar un precio de 10 o 15 millones de euros- procedía de Bolivia, embarcó en Brasil y llegó al puerto de Valencia, desde donde fue transportada a Madrid.
El descubrimiento llegó cuando casi nadie lo esperaba ya. Un agente comprobó que uno de los tablones de madera que inspeccionaba sonaba distinto que los demás cuando lo golpeaba contra el suelo. Además, tenía un pequeño corte transversal. El policía cortó la tabla y, dentro de lo que parecía madera maciza, se ocultaba un paquete con 265 gramos de cocaína. Así hasta 895, todos ellos envueltos en papel de calco para evitar que fueran detectados por los Rayos X y embalados al vacío para que no desprendieran olor.
La policía seguía desde finales de julio el rastro de una red de narcotráfico cuyos componentes residían tanto en la Comunidad de Madrid como en Catilla y León. Uno de los detenidos, el español Carlos P. M., de 48 años, acudía diariamente desde su domicilio en Boadilla del Monte a la nave industrial del polígono del Ventorro del Cano, en Alcorcón. Allí contactaba siempre con otras dos personas, Eugen C., de 47 años, y George A. D., de 23, ambos de nacionalidad rumana.
El pasado día 8, los tres se encontraban a las puertas de la nave, en actitud de espera, hasta que Carlos P. M. subió a su vehículo y comenzó a merodear por la zona. Al cabo de unos minutos, en los que el detenido se encargó de revisar los alrededores, se acercó a un camión y, después de hablar con el chófer, lo condujo hasta la nave. Con la ayuda de un toro mecánico, Carlos, George y Eugen bajaron los palés cargados con listones que transportaba el tráiler. El envío había sido contratado a través de la empresa valenciana Prisatrans, SL, con sede en la localidad valenciana de Alacuas. La mercancía la habían recogido los tráilers de una empresa de contenedores llamada Top Carrega 2000.
El jefe de la operación policial decidió actuar entonces e inspeccionar la carga. Durante dos horas se revisaron los palés y el interior del camión infructuosamente. En ese momento llegó al lugar otro camión, que también fue revisado. Se siguió el mismo sistema que con el anterior vehículo y con la misma suerte.
Sin embargo, tras registrar los palés y no hallar nada, los agentes pasaron a examinar los listones de madera, que en principio parecían macizos. Un policía se percató de que en uno de los tablones la madera cambiaba un poco de color y presentaba un pequeño corte transversal en su superficie. Después de golpearla contra el suelo y descubrir que el sonido no era igual que el que producía el resto de listones, abrió por la mitad la tabla. Dentro descubrieron pequeños compartimentos en los que se almacenaba la droga bien prensada en paquetes de un cuarto de kilo. Hubo que revisar unos 13.000 listones para acabar descubriendo los 240 kilos de cocaína que contenían. Los camiones transportaban entre 12 y 14 palés, de los cuales sólo uno contenía listones -la mitad de ellos, aproximadamente- con cocaína en su interior.
Bolsas deportivas
Tras el descubrimiento, la policía detuvo a Carlos, que ejercía como supervisor de la operación y a los dos rumanos, que actuaban a sus órdenes. Sin embargo, todavía no se ha capturado a la persona que financió la importación de la droga. La policía no descarta realizar más detenciones en los próximos días, tras examinar las conexiones de la red en los países latinoamericanos, fundamentalmente Brasil y Bolivia.
Al día siguiente, los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) registraron la nave y el domicilio de Carlos P. M., situado en una urbanización de la avenida del Monte Segovia, en Boadilla del Monte. En el recinto industrial se localizaron una treintena de bolsas deportivas, lo que hace suponer a la policía que la droga estaba ya preparada para ser comercializada en cantidades más pequeñas.
La red de narcotráfico que gestionó la compra y el traslado de la cocaína incautada ayer forma parte de un complejo entramado de empresas legales que ahora se pretende desenmarañar. Pieza fundamental en la investigación resultará determinar la identidad del propietario de la empresa presuntamente maderera encargada de traer la droga.
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