Procesada la familia del niño francés torturado hasta morir
El pequeño Nicolás, que murió el pasado sábado, fue, según todos los indicios, torturado hasta la muerte por su familia, concretamente por una coalición sádica integrada por sus padres -él de 45 años, ella de 31- y su abuela y tío maternos. Ellos, en compañía de tres hijas de 6, 11 y 12 años, vivían en un modesto apartamento de Estrasburgo (Francia) de tres habitaciones, que compartían con un perro y siete gatos. Los golpes de unos y otros le produjeron una hemorragia cerebral que acabó con su vida. Tenía nueve años.
"A base de quitarle importancia a los golpes", los cuatro adultos "se dejaron llevar por una espiral de violencia convertida en juego sádico. Los golpes dados a Nicolás servían de exutorio para toda la miseria de la familia", ha explicado uno de los agentes que investigan el caso. Los padres estaban en paro.
En el origen de la violencia, un pretexto: el chaval se meaba en la cama. La abuela, que llegó con el tío a principios de año, aconsejó "golpear al niño cuando se movía y atarle de pies y manos a la cama para que no pudiese levantarse a beber y alimentar así su incontinencia", explica el mismo policía.
La noche del pasado jueves estuvo de rodillas y atado de pies y manos hasta las cuatro de la madrugada. En esa posición, su madre le pegó detrás de la cabeza y le estrelló contra el suelo. Le consideraba un niño revoltoso y admitió que le pegaban a menudo, palizas que aumentaron en las vacaciones. El viernes le ataron a la cama sobre las once de la noche; después le llevaron al salón. Las protestas del niño las respondía la abuela con bofetadas, hasta que uno de los golpes estampó su cabeza contra el sofá.
Indiferencia
Nicolás fue atendido por los servicios de urgencias de Estrasburgo el pasado sábado, cuando la familia llamó al hospital diciendo que "el niño se había caído por la escalera". El informe del forense ha determinado que murió de una hemorragia pericerebral.
En las declaraciones de la familia "sólo el padre parece haber comprendido la magnitud de su crimen. Los demás han demostrado la mayor indiferencia", comentó un responsable de la investigación.
Los servicios sociales de la ciudad habían visitado a la familia por última vez el pasado octubre y declararon que había que colocarla "bajo observación debido a su nivel de endeudamiento". Pero la vigilancia, o bien no existió, o bien no detectó nada.
Ahora la Justicia ha ordenado el procesamiento de los cuatro adultos y puesto bajo tutela a las tres hermanas de Nicolás. A ellos se les instruye un sumario por "actos de tortura o barbarie contra un menor de 15 años por parte de personas con ascendencia legítima sobre él o con autoridad", así como por "torturas o barbarie que ha causado la muerte sin que hubiera voluntad de matar".
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