Derry vibra con Ronaldinho
Los norirlandeses vivieron una auténtica fiesta con el Barça, goleador de un débil rival
Derry, la ciudad de mayoría católica situada al noroeste de Irlanda, se vistió ayer de gala con la visita del Barcelona. El acontecimiento deportivo levantó una enorme pasión y el natural interés. El Brandywell Stadium, el pequeño campo del Derry City, el equipo que juega por voluntad propia en la Liga de la República de Irlanda desde mediados de los años 80', se quedó pequeño. Centenares de aficionados tuvieron que conformarse con ver la goleada azulgrana y la particular exhibición de Ronaldinho desde los balcones de las casas colindantes.
Más que un encuentro de fútbol fue una fiesta, un evento por la paz organizado a iniciativa del premio Nobel de 1998, el católico y eurodiputado socialdemócrata irlandés John Hume. El veterano político, aficionado al fútbol, vio cumplido uno de sus sueños: tener al Barça en su ciudad natal; en Brandywell, el campo en el que, de pequeño, fue un recogepelotas. Allí, en el estadio, se refugiaba el niño Hume cuando sus mayores luchaban en las calles contra el ejército inglés.
DERRY CITY 0 - BARCELONA 5
Derry City: Bennett; McCallion, Hargan, Hut-ton, McLaughlin; Doherty, McChrystal, Beckett, Coyle; Martyn y Holt (Friars, m. 57).
Barcelona: Víctor Valdés (Rustu, m. 46); Reiziger, Márquez, Andersson (Cocu, m. 64), Óscar López (Puyol, m. 46); Iniesta, Ros (Xavi, m. 46); Quaresma (Ronaldinho, m. 46), David Sánchez (Gerard, m. 46), Overmars; y Saviola (Kluivert, m. 72).
Goles: 0-1. M. 3. Márquez. 0-2. M. 35. Andersson. 0-3. M. 56. Gerard. 0-4. M. 63. Saviola. 0-5. M. 76. Ronaldinho.
Árbitro: Alan Kelly. Amonestó a Doherty.
Unos 9.000 espectadores en Brandywell. Se guardó un minuto de silencio en memoria del fusilamiento por las tropas franquistas de Josep Sunyol, ex presidente del Barça, en 1936 y por las víctimas del largo conflicto irlandés. Los jugadores azulgrana lucieron un brazalete negro y se escuchó Els Segadors, el himno de Cataluña.
El partido no tuvo historia. La superioridad del Barça sobre el Derry City se puso de manifiesto desde el inicio. Los norirlandeses, jugadores y seguidores, lo sabían. Por ello no se dedicaron a destruir su juego. Inocentes en el fútbol, pero disciplinados como rivales, intentaron controlar a los azulgrana a distancia, sin marcajes demasiado agresivos, con el objetivo de que prevaleciera el espectáculo.
El Barça siempre tuvo el balón. Pero el Derry nunca dimitió del partido y esperó un golpe de suerte en sus tímidas acciones ofensivas. Y a punto estuvo de conseguirlo, pero Víctor Valdés le ganó la partida en el uno contra uno al defensa Hutton, que se plantó sólo frente a él en un despiste de la zaga. Entonces, el Barça ya dominaba el marcador con un tanto tempranero de Márquez, el central mexicano, que puso de manifiesto su poder rematador en los saques de esquina. Andersson, el otro central, aumentó la diferencia en una acción idéntica a la suya.
La contienda careció de expectación, pero la parroquia proseguía con su fiesta. Recibió a los invitados del Barça con una gran ovación y al ritmo musical de Barcelona, la canción que popularizaron la cantante de ópera Montserrat Caballé y el fallecido cantante pop Fredy Mercury en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Hasta el presidente azulgrana, Joan Laporta, fue recibido como si fuera un torero en su vuelta alrededor del campo para agradecer la cortesía.
Cualquier acción virtuosa de los azulgrana era aplaudida desde la grada. No importaba el nombre del jugador. Aunque la salida de Ronaldinho, tras el descanso, se notó. A cada acción del brasileño aumentaba el volumen de los aplausos. Jugaba el crack del Barça. Y Ronaldinho intentó no defraudar a los norirlandeses. Luchó y corrió como si fuera un novato y trató de organizar el juego ofensivo y vertical hacia Saviola o habilitar a los extremos.
El delirio llegó cuando Ronaldinho mandó el balón a la escuadra en el lanzamiento de una falta al borde del área. Fue el preámbulo del festival goleador del Barça. Primero Gerard y luego Saviola, en una preciosa vaselina, incrementaron la cuenta.
Hasta que Ronaldinho exhibió su magia. El brasileño firmó el último gol diseñando una espectacular jugada individual. A lo Ronaldo. Metió la sexta velocidad y sorteó a todos los defensas que salieron a su paso hasta plantarse frente al portero Bennett, escorarse a la derecha y mandar suavemente el cuero a la red. Brandywell lo celebró como si fuera uno de los suyos.
Frank Rijkaard prosiguió sus rotaciones. El último en salir al campo fue Kluivert, que olvidó la lumbalgia por la paz.
Partidos de hoy: Aurrerá-Athletic (ETB1, 19.25). Valencia-Perugia (21.45, Canal 9), Betis-Boca Juniors (22.00, Canal Sur), Burgos-Osasuna, Udinese-Real Sociedad y Getafe-Racing.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.