"Picasso ha sido una operación de Estado hecha por Andalucía"
Carmen Calvo, consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, está como una niña con zapatos nuevos al ver cumplido uno de sus grandes retos: la creación del Museo Picasso de Málaga, que se inaugurará el próximo 27 de octubre. La consejera habla de cómo se ha ido gestando el proyecto y hace balance de su gestión.
Pregunta. Tras dos legislaturas perfilando el proyecto ¿qué le supone la llegada de las obras de Picasso a Málaga?
Respuesta. Pues el deber cumplido. La sensación de haber tenido una meta muy compleja que entre todos hemos conseguido. Empezando por el presidente Manuel Chaves, que ha dado prioridad a este proyecto; por la generosidad de Christine Ruiz-Picasso, al ofrecerle estas obras a Andalucía, y el empuje del resto de la gente que lo ha hecho realidad.
"La Junta ha hecho en Málaga la mayor operación cultural de la historia de la ciudad"
"Barenboim le propuso a Chaves quedarse en Sevilla de forma más estable"
P. ¿Qué les dice a aquéllos que han depositado grandes expectativas en Málaga con la apertura del Museo Picasso?
R. Hay que decir que internacionalmente España jamás había hecho una operación consciente, voluntaria y ambiciosa de traer a Picasso a España. Y esa operación de Estado la ha hecho Andalucía. Por razones del destino, porque Picasso era andaluz; porque Christine y Bernard donan la obra a la Junta y porque el Gobierno andaluz ha estado a la altura de las circunstancias.
P. ¿Se refiere a qué ha dispuesto de recursos económicos?
R. Si, podríamos no haber visto la importancia del proyecto o no haber tenido los recursos necesarios para materializarlo, que han sido más de 66 millones de euros. Esto es la repatriación artística de Picasso a su país. Para España supone la incorporación de uno de sus grandes museos. Son 8.500 metros cuadrados en pleno centro histórico. Málaga va a recuperar un espacio cultural que no tenía. Carece de un gran patrimonio histórico como tienen Granada o Córdoba pero, sin embargo, tenía el activo de Picasso, que siempre ha sido un sueño y ahora es una realidad. Málaga era una ciudad que por el turismo tenía un gran nombre internacional; pero Picasso supone la clase que da la cultura y creo que el museo le va a reportar a Málaga prestigio, calidad y buen nombre. Cosas que, está claro, revertirán en beneficios económicos y en la creación de puestos de trabajo.
P. ¿Servirá también para dar lustre al turismo que ahora visita la capital malagueña?
R. Sin duda. El museo ayudará a la redefinición del turismo. El turismo que viene a la Costa del Sol es un turismo de ocio atraído por el clima. A partir de ahora, podremos aspirar a un turismo que Andalucía ya tiene en ciertas ciudades como Granada, Córdoba o Sevilla. El museo atraerá un tipo de turismo estable que no dependerá de la estacionalidad ni del clima. El turista que venga a Málaga lo hará buscando a Picasso, al igual que va a Salzburgo a oír a Mozart o a Italia a las grandes óperas.
P. Asegura que pasarán muchos años antes de que un político español acometa un proyecto de esta envergadura....
R. Culturalmente sí. Creo que esto ha sido una buena oportunidad para nosotros como Gobierno. Podremos hacer nuevos museos, de hecho ya trabajamos en Jaén para abrir un museo del arte íbero, teatros o exposiciones. Pero la oportunidad tan mágica de un artista de la envergadura de Picasso no se podrá repetir.
P. La iniciativa del director de orquesta Daniel Barenboim en Sevilla también ha traído cola... Y más tras asegurar el maestro que Sevilla es la ciudad perfecta para su Taller del Diván.
R. Soy una persona con suerte, porque cuando hace dos años Barenboim me propuso la idea no lo dudé, son de estas grandes ideas en las que no caben las medias tintas. Hemos tenido la fortuna de que la experiencia del taller en el que conviven jóvenes músicos palestinos, judíos y cristianos fue espléndida el año pasado. Barenboim le propuso al presidente Chaves el quedarse aquí de forma más estable y habrá más proyectos de cooperación que ellos ya anunciarán en su momento.
P. Ahora que termina esta legislatura ¿Cuál es su balance?
R. Me siento satisfecha de haber trabajado todo lo que hemos podido y conforme al programa electoral de mí partido. Creo que hemos servido bien a los andaluces, aunque se hayan podido cometer errores durante estos años que llevo al frente de Cultura.
P. Estos logros le han llevado a replantearse seguir al frente de la Consejería de Cultura
R. (Risas) Yo estoy a la disposición del presidente Chaves. Soy una persona que está en una buena edad, que tengo mi profesión en la Universidad
[es profesora de Derecho Constitucional] y me dedico a la política desde que hice la comunión, como dice mi madre. Yo creo que hay cosas que las hago bien y otras que no, así que quiero estar en un sitio donde pueda dar todo lo que tengo y lo pueda hacer bien y ser útil a los ciudadanos y a mi partido. No soy un político para cualquier cosa.
P. ¿Sería ya la guinda conseguir antes del fin de la legislatura que el Gobierno cediese a la Junta la titularidad de los museos?
R. Sí, por favor. Creo que al Gobierno y al Ministerio de Cultura le hemos demostrado que el Gobierno andaluz es capaz de gestionar los museos del Estado. Son ellos los que tienen cerrados algunos y otros que se cierran de vez en cuando porque se cae una viga en el Bellas Artes de Sevilla o al Arqueológico de Córdoba se le cae una sala... Lo que no puede ser es que Málaga lleve seis años sin museo o Almería, que lleva más tiempo aún... Es una buena oportunidad para que el Gobierno del PP le reconozca a Andalucía, que es una de las grandes regiones turísticas del mundo, que no podemos tener los museos como los tiene el Gobierno y que puede ser el momento idóneo para que los transfiera.
P. Otro frente abierto es el poco interés que muestra el Gobierno central en la recuperación del patrimonio histórico de Málaga...
R. A mí me haría muy feliz, políticamente hablando, que el Gobierno de la nación se tomase en serio alguno de los proyectos que tenemos en marcha, como el de la Aduana en Málaga. Esto serviría para completar el esfuerzo que la Junta ha realizado en la ciudad. Se ha recuperado la Alcazaba, restaurado el teatro romano y creado el Museo Picasso. El Gobierno andaluz ha sido tan responsable con Málaga, tan absolutamente sensible, que le ha hecho la mayor operación cultural de la historia de la ciudad.
P. ¿Se ha completado esa operación cultural?
R. Podría cerrarse, por el bien de Málaga, cuando el Ministerio de Cultura se aclare y nos diga qué va a pasar con el edificio de la Aduana. La puesta en valor del monumento completaría la visita en un radio que incluye hasta la Catedral y que
nosotros hemos puesto a punto, antes no existía. La consejería de Cultura ha realizado inversiones hasta en la misma Catedral, más de 841.000 euros en los últimos años. Y esta operación la ha hecho el Gobierno andaluz, no el de la nación, que no ha hecho ni una sola inversión en Málaga.
P. En Sevilla hay un asunto que amenaza con eternizarse: los restos arqueológicos de la plaza de la Encarnación. ¿Qué debería hacerse?
R. Los acuerdos o las discrepancias que hay entre un sector comercial de vecinos con un proyecto como es el del mercado de abastos de la Encarnación son con el Ayuntamiento de Sevilla, no con la Junta. La Junta ni es dueña del suelo, ni hace el mercado, ni ha impulsado el proyecto.Está al margen de ello. Y lo que le corresponde por ley es defender el patrimonio arqueológico de los andaluces, lo mismo me da que los restos arqueológicos estén en medio del campo en Bollullos que en el centro de Sevilla o en Adra. No tenemos nada que ver en este conflicto. Lo único que tenemos que hacer con esos restos es protegerlos, igual que los que se encontraron aquí en Málaga durante las obras del Museo Picasso. No dudamos ni un momento en cambiar el proyecto para conservarlos.
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