"Valderas trabaja para pactar con el PSOE"

Se está pensando si disputará a Diego Valderas la coordinación de IU y la candidatura a la Junta en la 14ª asamblea andaluza del próximo diciembre. Concha Caballero (46 años), cabeza visible del sector crítico, opina que Valderas no es ni buen coordinador ni buen candidato. Además, añade, Valderas persigue el objetivo de pactar con el PSOE en la Junta, una estrategia que, según ella, abunda en la imagen de una IU disminuída y ansiosa de ocupar el papel subsidiario del PA en el Gobierno.

Pregunta. Valderas se queja de que los críticos de Andalucía no han colaborado con su equipo como él lo ha hecho con Gaspar Llamazares. También de que los críticos se han desentendido de las responsabilidades en la ejecutiva.

"Damos la impresión de querer sustituir al PA, y eso a la gente de izquierda le repugna"

"Siento que he sido ese jugador continuamente bloqueado en el terreno de juego. Un peligro"

Respuesta. No es cierto. Llamazares en el federal hizo un reparto de responsabilidades integrando a todo el mundo. ¿Qué integración se ha producido en Andalucía? Ninguna. Miremos el grupo parlamentario, a la dirección andaluza ¿Quiénes son los responsables de organización? ¿Quiénes coordinan los órganos de dirección?

P. Usted es viceportavoz en el Parlamento.

R. (Risas) Bueno, lo soy porque no podía ser otra cosa, como, por ejemplo, portavoz. Parece que había que mantenerme fuera de los puestos de poder.

P. ¿Por qué?

R. Es que no quiero hablar de mí. En cierta manera había que guardar el sitio a Valderas y a otros compañeros más que tienen sus perspectivas puestas en Andalucía. Y Concha Caballero era un peligro como para que ocupara una portavocía o algo así. Siento que he sido como ese jugador que está continuamente bloqueado en el terreno de juego. A pesar de eso, he colaborado, no puede decir que no, he llevado presupuestos, he trabajado muchísimo...

P. ¿Un peligro?

R. Están instalados en una visión muy a corto plazo y politicista de IU, y cualquier cosa la remueve. Puede ser Concha Caballero u otra persona que se plantee un proyecto a más largo plazo y de más entidad. Los pone en cuestión. Simplemente.

P. ¿Qué opina de las declaraciones de Luis Carlos Rejón sobre las clientelas de IU?

R. Fuera de la forma -porque a mí no me gusta que las declaraciones sean extemporáneas y que creen tensión-, Rejón ha puesto sobre la mesa una realidad. IU tiene que plantearse muy claramente cómo gobierna cuando lo hace con el PSOE, de forma que no se convierta en una nueva versión del PA, ni recurrir al clientelismo político ni hacer cosas que, en el caso de IU, la ciudadanía no nos perdonaría.

P. Valderas dice que está harto de repetir que no hay compromiso con el PSOE ni tampoco interés de que IU ocupe el sitio del PA.

R. Porque el PSOE no quiere, sencillamente (risas), y lo pone de relieve en todas sus declaraciones públicas. El PSOE nunca se ha dirigido a IU a nivel andaluz a proponerle un acuerdo de gobierno, ¿por qué IU sigue dándole vueltas a una oferta que no se ha producido?Ésa sería la pregunta. Diego Valderas trabaja para esa posibilidad y yo no critico que esa posibilidad exista, si no que el objetivo de IU sea llamar a las puertas socialistas, ofrecerse indirectamente, hacer una política mediatizada por este tema. Me parece muy malo para la izquierda.

P. En el caso de que existiera la posibilidad de un pacto PSOE- IU, ¿qué habría que hacer?

R. Depende del escenario. Por ejemplo, una vez terminadas las elecciones municipales me pareció muy bien que IU pactara con el PSOE en sitios determinados, pero la primera foto que tenía que haberse hecho la dirección de IU era con la alcaldesa de Córdoba, con el alcalde de Conil -una alcaldía en plena costa (esa costa que decimos que está dominada por la derecha e intereses especulativos)- con el de Osuna, Carmona... Es decir, hacer valer su propia fuerza política más que orientar todo el éxito electoral a la eventualidad de pactar con el PSOE. A nivel andaluz, ya digo, depende. Una IU fuerte, con proyecto, que tiene posibilidad de cambiar el Gobierno andaluz, pues por qué no hacerlo. Ahora, una IU disminuida, con un grupo parlamentario entre seis y ocho miembros, dejando de lado a los movimientos sociales y dividida internamente, no tiene interés.

P. O sea, que si IU saca menos de ocho diputado no debería formar gobierno con el PSOE.

R. Yo no lo haría. Eso no quiere decir que no se establezcan mecanismos de colaboración o que se garantice la gobernabilidad -de eso hemos aprendido-, pero yo no aceptaría para IU un papel de sustitución del PA. Hay que ponerse muchas vacunas y límites para no ser como el PA, porque el poder fascina, atrapa. Cuando eres la segunda fuerza política, o sea, subsidiaria de la primera, puedes diluirte.

P. ¿Quiere decir que si IU toca poder deja se ser pura y limpia y se convierte en terrenal?

R. IU ya toca poder, gobierna en Córdoba y en 90 localidades andaluzas. Lo que estoy diciendo es que tocar poder a través de una participación muy minoritaria en el Ejecutivo andaluz es contraproducente. Hay que hacer las cosas tal y como la izquierda tiene que hacerlas. Por ejemplo, a mí no me gusta nada que las críticas de IU se orienten hacia el PA en vez de hacia el PSOE en el Gobierno porque el PA no pinta nada, sólo en lo accesorio o clientelar. Es el PSOE el que decide el grueso de la política. ¿Por qué IU saca continuamente la batería contra el PA? Aunque no fuera así, estamos dando la impresión de querer relevar al PA y eso a una gran parte de la izquierda le repugna. Tenemos un electorado muy delicado. Abarcamos a gente con muchos principios (también con sus contradicciones) y no sólo importa lo que hacemos sino cómo lo hacemos. Hay que tenerlo en cuenta.

P. ¿La cuestión de las alianzas se está enfocando desde la dirección de una forma algo tosca?

R. Se está gestionando desde la pérdida de la autoestima de IU y de la confianza en nuestro propio proyecto. Todos nos hacemos mayores, pero hay gente que ha envejecido políticamente. Han perdido las ilusiones primeras de querer comerse el mundo y cambiarlo. Detecto una cierta resignación a ser fuerza subsidiaria que yo no puedo compartir. Una cosa es que te ganen, y otra cosa es que salgas al campo pensando a ver si me meten sólo tres goles. IU lo está haciendo, y a sí no es posible jugar la liga ni estar en primera división.

P. ¿Cree que las bases de IU no quieren dejar pasar la oportunidad de estar en los gobiernos, como asegura Valderas?

R. No, me escandaliza muchísimo oír que lo que quieren las bases es gobernar a toda costa y también el discurso éste de la utilidad de IU. Hay que tener mucho cuidado con esto porque, entonces, algunas personas que llevamos 24 años de lucha, llevamos todos ese tiempo siendo inútiles, ya que no hemos gobernado. Es una barbaridad. Creo que IU ha sido muy útil para entrar en la democracia, en las luchas sociales, en el mantenimiento de derechos, en la oposición a las guerras, en transmitir ciertos valores que después han elaborado los jóvenes. Plantearse la utilidad en términos de gobierno es algo profundamente derechista. Es lo que piensa el jovencito que quiere hacer carrera en el PP. La izquierda es útil socialmente, provoca cambios. ¿Los cambios se pueden hacer mejor desde el Gobierno? A veces, sí; es lo que hay que decidir. Porque no por llevar las Consejerías de Turismo y Relaciones Institucionales se cambia nada en Andalucía. Hemos sido tremendamente útiles sin estar en el Gobierno, Si hay gente que lo que quiere es tocar poder, que se lo monten de otra manera (risas).

P. Si IU tuviera éxito electoral y fuera fuerte, ¿rechazaría la posibilidad de pactar con el PSOE?

R. Nunca lo he rechazado. Lo que quiero subrayar claramente es que el objetivo de IU no puede ser el pacto con el PSOE. Hay un error político enorme en todo esto. El que PSOE e IU quieran parecerse cada vez más y ocupar el mismo espacio político es malo para los dos. Ni el PSOE cumple su labor, ni IU tampoco.

P. De hecho, cada vez que se acercan mucho electoralmente les ha ido mal a los dos.

R. (Risas) Sí, me río porque yo lo decía muchas veces de broma, que cada vez que se pegan a nosotros les va de pena. Y es verdad, porque la gente tiene asumido el pluralismo de la izquierda, y saben que somos distintos, con visiones diferentes, para bien y para mal. Existe un pluralismo natural que no se puede pretender tornar en una pasta homogénea y presentarla como un producto electoral. Los acuerdos hechos con calculadoras sumando votos y sin proyecto no funcionan.

P. ¿Y los acuerdos con el PP?

R. Están más deslegitimados que nunca. Siempre ha sido así, pero después de lo que ha pasado este año ya no se trata únicamente de que nos separe un foso político, es moral. Nos separan cosas fundamentales, como la propia visión del ser humano. Los acuerdos me parecen inaceptables.