Madrid 'pierde' un centro espacial por las interferencias de los móviles

La nueva antena para el seguimiento de satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) estará en la localidad de Ávila, y no en la ya existente estación de Villafranca -a 30 kilómetros de la capital-, para no colapsar el servicio de repetidores de teléfonos móviles de tercera generación (UMTS). Se ubicará sobre la antigua estación que la NASA mantuvo en Cebreros hasta 1983.

La ESA invertirá 30 millones en la construcción del centro. Empezará a funcionar en 2005 y realizará tareas de seguimiento de satélites, como en la próxima misión de la agencia europea a Venus.

Responsables de los ministerios de Defensa y de Ciencia y Tecnología firmaron el acuerdo para la instalación de esta infraestructura el 22 de julio. La ESA dispondrá de los terrenos de Cebreros, en régimen de arrendamiento, durante los próximos 75 años. Fuentes del Ministerio de Ciencia afirman que ésta era "la mejor solución", ya que el uso de la tecnología UMTS en el pueblo abulense está descartado a corto y medio plazo.

Por el contrario, Villafranca del Castillo, perteneciente al municipio de Villanueva de la Cañada, contará con una gran presencia de torres de repetición de telefonía de tercera generación. "Villafranca está creciendo y seguirá haciéndolo", admiten desde el ministerio.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología asegura, además, que las interferencias serían mutuas, tanto de la antena sobre los repetidores como de éstos sobre la información que pudiera mandar o recibir la antena.

Sin embargo, Valeriano Clarós, director de la Estación Espacial de Villafranca del Castillo, afirma que las interferencias sólo afectarían a la telefonía móvil. Clarós explica que este tipo de antenas emite en una frecuencia adyacente a la de los teléfonos móviles de tercera generación, por lo que pueden llegar a saturar sus torres de repetición. Al encontrarse tan cercanas las dos frecuencias, cuando emite el aparato de seguimiento de satélites, con una potencia de 20 kilowatios, saturaría los receptores de UMTS, que reciben y emiten potencias unas 10.000 veces inferiores.

La estación de Villafranca del Castillo, que fue inaugurada en 1978, puede quedar en desuso dentro de 15 o 20 años. Cuando las antenas con las que actualmente cuenta el centro madrileño -de menor alcance, que no afectan a la telefonía UMTS- queden obsoletas, las que las sustituyan estarán ya, muy probablemente, "en la estación de Cebreros", afirma Clarós, debido precisamente al desarrollo urbanístico y demográfico de Villafranca del Castillo.