Un verano para seducir

Mientras algunos disfrutan de unas merecidas vacaciones; otros, como Hanníbal Laguna (Caracas, 36 años), permanecen ajenos al biorritmo intrínseco del mes de agosto. Ya se sabe, los diseñadores son los gurús de la moda y, por tanto, viven una temporada por delante de quienes luego lucirán sus diseños. El creador, de origen venezolano aunque alicantino de adopción, se encuentra en la cuna del diseño de la alta costura, París, donde prepara la colección primavera- verano 2004. Su nuevo trabajo verá la luz en la pasarela Gaudí durante la fashion week, el próximo 9 de septiembre.

Dice no conocer la inactividad creativa, pero este año, por vez primera, Hanníbal Laguna se ha concedido un período de tregua para marcharse a Saint Tropez y disfrutar de sus vacaciones junto con sus amigos. Eso sí, siempre con la moda a cuestas: su libro de cabecera actual es el último sobre la historia de este arte, editado por el instituto de la indumentaria de Kioto. Tras su paso por París, el modisto se retirará a Miami para descansar.

Sus creaciones son concebidas, según detalla, para mujeres inteligentes y, por ende, conscientes de que "la belleza sólo es un juego de magia". "Romanticismo, seducción y vanguardia" son los componentes básicos de sus creaciones. Por ello, el artista bebe de la historia del arte, de la música y del cine para explorar en la evolución estética de las personas y llegar a intuir sus inquietudes. "Investigar las nuevas corrientes en todos estos campos es apasionante. Es como disfrutar de un pedacito de futuro que nunca conoceremos", razona.

Los retos de Hanníbal Laguna, del que son devotas artistas como Mónica Naranjo, Norma Duval y Paloma Lago, no acaban nunca por cristalizarse. "Siempre en la próxima pasarela recae la responsabilidad de mejorar la anterior".

Tras concebir en 1988 la firma Bellocotton, dedicada a la confección de punto de algodón -con tres puntos de venta propia en la Comunidad Valenciana y red de distribución nacional- la carrera ascendente de Hanníbal no conoce límites. No en vano, su presencia es solicitada por las grandes citas de la moda nacional. El diseñador despoja de cualquier matiz trivial la industria de las prendas. "Ir a la moda es el reflejo de nuestro tiempo. La temporalidad es absurda, solo es una falsa elegancia".

Su calificación del gusto de los valencianos a la hora de vestir es altamente positiva. El creador define al ciudadano valenciano como "creativo por naturaleza", y siempre, según él, "ha demostrado un alto grado de interés por su estética y gran preocupación por el arte, la moda y las vanguardias". Tras introducirse en el círculo de los primeros espadas de la moda nacional prêt-à-porter, Hanníbal Laguna dice seguir motivando el diálogo entre la industria y el diseño con el propósito de "internacionalizar" sus colecciones. Firme defensor de iniciativas que proyecten el diseño español, el creativo participa en todas las actividades que contribuyan a este fin.