Las meretrices de la Casa de Campo se mudan a Batán
Los vecinos se quejan de la concentración de meretrices en el camino de Campamento
Los cortes de tráfico de la Casa de Campo, que comenzaron el pasado viernes, ya se han empezado a notar en el movimiento de las prostitutas del parque. Los vecinos del barrio de Batán, colindante a la zona verde, se quejan de que el nuevo lugar elegido por un gran número de meretrices para ejercer su profesión está a escaso metros de sus casas, entre las paradas de metro de Batán y Casa de Campo, a lo largo de la calle Camino de Campamento.
El Colectivo en Defensa de los Derechos de Las Prostitutas Hetaria ya había advertido de que las restricciones al tráfico en La Casa de Campo, promovida por el Gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón, podría provocar el desplazamiento de parte de las prostitutas hacia otras zonas. Y así ha ocurrido.
Frente a la parada de metro de Batán (línea 10) se concentran gran cantidad de meretrices a partir de las 23.30 o las 00.00. "Te cruzas con ellas, no se puede ni pasar", afirma una vecina del barrio. Por la calle Camino de campamento, en el límite del distrito de Latina, que corre paralela a las vías del metro hasta la estación de Casa de Campo (línea 10), y en frente, por el otro lado, de bloques de pisos y de un colegio, estas mujeres también ofrecen sus servicios.
Luis, un vecino de 69 años de la calle de Villamnín, se queja de los ruidos que se producen durante toda la noche causados por la gran afluencia de vehículos. "Se oyen frenazos, gritos, insultos", afirma.
El barrio de Batán está unido al pulmón verde por medio de la carretera que va hacía el Parque de Atracciones, que junto a los accesos al Zoo, al Lago y al Teleférico, permanecen abiertos con normalidad al tránsito de coches privados. Durante el día, la línea 65 del servicio de autobuses de la EMT cubre su trayecto a través del Camino de Campamento. Por la mañana, aunque todavía no se puede ver a las prostitutas frecuentando el lugar, sí que es evidente la huella de su actividad en forma de preservativos tirados por el suelo, a ambos lados de la calle, en los que hay una zona arbolada y un parque infantil.
Los vecinos del barrio de Batán culpan de este movimiento a los cortes de tráfico. "Si les cortan las calles, se tendrán que ir a algún lado", comenta Juan, un residente de la zona desde hace 40 años. "Por el día no se les ve mucho, es más disimulado, tan solo se ve a alguna que va de paso hacia el locutorio".
Todos protestan contra el hecho de que las meretrices ejerzan tan cerca de sus casas. El guardia de un aparcamiento privado de la calle Villasandino está convencido de que "al final se van a meter dentro del barrio, aquí, en los portales".
Aunque sólo han transcurrido cuatro días desde la puesta en marcha de la nueva medida, y parte de los residentes aún no se ha percatado de la concentración de prostitutas, bien porque no hayan estado durante el fin de semana o bien porque se encuentran todavía de vacaciones, el tema se ha convertido en la gran preocupación. En un bar situado frente a la parada de Batán, los parroquianos comentaban ayer que la policía debía solucionar el problema. "Varias personas se acercaron el domingo a recriminar a una pareja de la Policía Local que estaba desayunando aquí para que hicieran algo", asegura la responsable del establecimiento.
La Polícía Local aún no tiene datos oficiales sobre el desplazamiento de las meretrices de la Casa de Campo después del inicio de las restricciones, según fuentes del cuerpo.
Por su parte, el portavoz de la Asociación de Vecinos de Casa de Campo-Batán, Luis Segura, declaró ayer a Servimedia que aún es demasiado pronto para valorar la efectividad del cierre al tráfico dentro de la zona verde. De momento, Segura considera las restricciones "positivas", pero "insuficientes".
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