Mal de altura

La primera sesión de la semana en la renta variable española se saldó con un signo negativo en los indicadores. A lo largo de la mañana la tranquilidad fue la nota dominante, aunque una apertura claramente a la baja de Wall Street truncó cualquier intento de superar la cota de los 7.000 puntos en el Ibex 35.

Con la llegada del mes de agosto, los escasos inversores que quedan en el mercado deciden operar de forma muy prudente y atentos sobre todo a los datos económicos que se van publicando. Los precios de la producción en la zona euro, en línea con las previsiones, y los pedidos de bienes de fábrica con un crecimiento del 1,7% en Estados Unidos, mejor de lo esperado por los analistas que hablaban de un 1,5%, no sirvieron para animar a un mercado que sigue con la resaca de los datos de paro en EEUU publicados el pasado viernes.

Los índices se encuentran en una zona próxima a romper los máximos anuales y esto suele provocar cierto retraimiento de los inversores que se traduce en suaves pérdidas. El índice de la Bolsa de Madrid se dejó un 0,51%, mientras que el Ibex 35 perdió el 0,72% en los 6.945 puntos. El SCH y BBVA registraron descensos superiores al 1% y Telefónica bajó un 0,97%. Terra volvió a formar parte del Ibex 35, después de ser excluida hace una semana tras la OPA que lanzó telefónica, con un descenso en su cotización del 0,57%.

En el resto de las plazas europeas, Londres se anotó una mínima subida, París perdió un 0,87 y el mayor castigo fue para la bolsa de Francfort que a pocas horas del cierre perdía más del 1%.

En una jornada con escasos movimientos en los precios, el volumen de negocio fue muy elevado con 3.086 millones de euros, gracias a las operaciones especiales registradas principalmente en los grandes bancos.

En el mercado de divisas, el euro continuó ganando terreno al dólar al marcar un cambio medio en 1,1307 unidades. Por la tarde, la moneda única se cambiaba más alto todavía en los 1,1365 dólares.