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GENTE

EL PRÍNCIPE CARLOS SE MUDA A LA CASA DE SU ABUELA

A Carlos de Inglaterra se le ha quedado pequeño el palacio de Saint James. La que hasta ahora era su residencia oficial no contaba con espacio suficiente para atender las galas oficiales, recepciones y compromisos oficiales del príncipe de Gales. Para subsanar este problema, el heredero al trono británico se muda hoy a Clarence House, palacete situado en Londres en el que vivió su abuela, la reina madre, fallecida en 2002 a los 101 años de edad.

El nieto favorito de la viuda del rey Jorge VI vivirá en el palacete de su abuela con sus dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique. Alrededor de seis millones de euros del erario público han sido invertidos para poner a punto la nueva residencia de Carlos de Inglaterra, que llevaba 50 años sin pintar y necesitaba cambios estructurales y renovaciones del tendido eléctrico y la fontanería.

Además de estas reformas, se han amueblado algunas dependencias y se han redecorado dos habitaciones, de las cuales una será utilizada por la compañera sentimental del príncipe, Camilla Parker Bowles.

Fuentes de la casa real inglesa aseguran que "el príncipe de Gales está muy contento" con el traslado porque, pese a las reformas realizadas, "se ha conservado el ambiente que había creado la reina madre", algo en lo que tenía especial empeño el futuro monarca. Sólo para los dormitorios de los príncipes Guillermo, de 21 años, y Enrique, de 18, se han elegido diseños modernos. El resto del palacete conserva el estilo clásico que le gustaba a la reina madre.

Clarence House se encuentra en el centro de la capital inglesa y puede ser visitado parcialmente por el público desde el 6 de agosto hasta el 17 de octubre. Es, según las citadas fuentes, "un lugar maravilloso" en el que el futuro monarca no tendrá problemas de espacio y podrá "recibir a representantes de Gobiernos extranjeros y de sus organizaciones benéficas".

No obstante, la alegría del príncipe por su mudanza a este "lugar maravilloso" no es compartida por todos los ingleses. La prensa británica criticó el año pasado al heredero del trono por la reventa de regalos oficiales. Las críticas al tren de vida del príncipe se han reavivado con la enorme factura de las obras de reforma de Clarence House.

A los seis millones de euros de las arcas públicas, Carlos ha tenido que sumar dos más de su propio bolsillo, que también procede en parte del erario público ya que, según un informe publicado el mes pasado por su propia secretaría, el príncipe cuesta tres millones de libras esterlinas anualmente (4,2 millones de euros) a los contribuyentes británicos. Además, el heredero de la corona, que cuenta con 97 empleados y posee ya tres residencias, percibe cerca de 10 millones de libras (14,2 millones de euros) en concepto de ingresos por su ducado de Cornualles.

Dicho informe pretendía demostrar que el príncipe no supone un gran gasto para el contribuyente. En él se precisa, por ejemplo, que en 2002 Carlos de Inglaterra recabó 70 millones de libras (101,2 millones de euros) para actividades caritativas. El texto, sin embargo, no especifica lo que paga el príncipe al fisco y se limita a cifrar globalmente en 4,3 millones de libras (6,1 millones de euros) sus gastos personales y fiscales.-

El príncipe Carlos de Inglaterra, el pasado 6 de julio en el Hyde Park de Londres.
El príncipe Carlos de Inglaterra, el pasado 6 de julio en el Hyde Park de Londres.REUTERS

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