Los ediles socialistas se han repartido las concejalías con Gil

Los firmantes de la moción de censura contra el actual alcalde de Marbella -ocho concejales del GIL, los más próximos al fundador del partido, cinco del PSOE y otros tantos del Partido Andalucista- se repartieron las consejerías del nuevo gobierno municipal en el documento suscrito ante notario en la madrugada del pasado viernes. Los tres grupos municipales acordaron que el control del urbanismo quede en manos de una comisión en la que todos estarían representados y que sustituiría a la Concejalía de Urbanismo.

El reparto del poder municipal, que contó con el beneplácito del anterior alcalde Jesús Gil, detallaba incluso a quién correspondería la representación en la Mancomunidad de Municipios o la Asamblea General de la Caja de Ahorros Unicaja. Pero se centraba sobre todo en la composición del futuro Consejo de Urbanismo, del que formarían parte la nueva alcaldesa, Marisol Yagüe (persona de la máxima confianza del fundador del GIL), la primera teniente de alcalde, Isabel García Marcos (expulsada del PSOE por firmar el pacto), y el portavoz del PA, Carlos Fernández. Dicho consejo, según el documento firmado ante notario, "verá y se pronunciará" sobre todos los acuerdos que deban adoptar en la materia los órganos municipales y asumirá todas las competencias que habitualmente corresponden al concejal del área, que formalmente será la propia alcaldesa, "aunque con carácter meramente institucional".

El éxito de la moción de censura está en el aire después de que dos de los cinco concejales socialistas se hayan desenganchado del mismo, asegurando que han sido engañados. Por su parte, fuentes del Partido Andalucista reconocen que el hecho de que el PSOE no respalde el acuerdo supone un cambio en el escenario político, que podría llevarles a replantearse su participación en la operación para desbancar al todavía alcalde de Marbella Julián Muñoz.