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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Mucho calor y mansedumbre en la tercera novillada nocturna de Las Ventas

Excelente entrada ayer en la tercera novillada nocturna de promoción. También una temperatura de altos vuelos y sofocos. Una novillada de Domínguez Camacho que, para desgracia de los aspirantes, no dio buen juego, pues casi todos fueron a menos en el último tercio. La presentación de los utreros, aceptable, aunque discreta.

Luis Miguel Vázquez (vuelta y oreja con protestas), en su primero tiró bien de capote y algún lance le salió limpio y no careció de prestancia. La faena comenzó sin pruebas de ningún tipo, con una serie de derechazos templadillos a media altura, y luego se desarrolló sin apreturas, en un trasteo que fue perdiendo tensión y claridad. En su segundo, continuó con apuntes de cierto gusto y buena disposición, en una labor que también se fue enfriando. Terminó con una media lagartijera muy certera, y se llevó una oreja de poco valor y menos precio.

Iván García, de Zaragoza, que se presentaba en Las Ventas (silencio, aviso y silencio), manejó el capote con buen concepto en todas sus intervenciones, y muleta en mano pasó apuros ante sus dos deslucidos utreros, que no le pusieron nada fácil la tarea a resolver. El espigado Sergio Marín, de Coslada, también nuevo en la plaza (silencio y oreja), toreó de capote de manera exquisita, por el temple y las maneras, en el saludo por verónicas a su primero, así como en el quite, lentísimo de ejecución, por chicuelinas, y con la muleta, tan sólo dejó pinceladas de clase en sus dos trasteos, sin lograr redondear faenas, dadas las condiciones de su lote. Se llevó dos suculentas volteretas, una de ellas al entrar a matar con determinación y rabia al sexto, y una oreja que le sabrá a gloria bendita.

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