Beckham se luce, Guti resuelve
Una cómoda goleada adorna el primer partido del inglés con la camiseta del Real Madrid
Hay que ver lo elegante que es Beckham cuando se pone delante del balón para lanzar los tiros libres y su coleta de mechas rubias brilla a la luz de las lámparas. ¡Y con qué gesto tan magnífico se perfila! De costado, apunta con el hombro, da unos pasos y apoya el pie izquierdo equilibrando la acción del golpeo con el brazo derecho apuntando al cielo. Esas dinámicas cuestan dinero y también atraen a mucha gente preocupada por las últimas tendencias estéticas, la peluquería y el prêt a porter. Además, el inglés la pega que es emocionante ver el dibujo que hace la pelota en el aire. Una salchicha perfecta. Aunque como ayer, ni sus centros ni sus lanzamientos a balón parado terminasen en gol, contemplar en vivo al ex volante del Manchester con la camiseta del Madrid fue un espectáculo ruidoso. Cada vez que protagonizó una jugada a balón parado los aficionados chinos gritaron como si el mundo estuviera a punto de acabarse. Justo el día en que el nuevo Madrid se presentó en Pekín.
DRAGON TEAM 0 - REAL MADRID 4
Dragon Team: Chen; Chenying, Ming, Si, Xiao; Hong, Yi, Gang, Weifeng; Ting y Yan.
Real Madrid: Casillas (César, m. 85); Salgado, Helguera, Pavón, Roberto Carlos (Bravo, m. 85); Beckham, Makelele (Portillo, m. 85), Zidane (Guti, m. 65), Figo (Solari, m. 65); Raúl (Cambiasso, m.72) y Ronaldo (Morientes, m.65).
Goles: 0-1. M.40. Centro de Ronaldo desde la izquierda que remata Figo.
0-2. M.75. Morientes empuja un rechace del portero Yan, tras disparo de Roberto Carlos.
0-3. M.90. Morientes, a pase de Guti.
0-4. M.91. Portillo, a pase de Guti.
Estadio de los Trabajadores de Pekín. Lleno total. Unos 60.000 espectadores.
El partido ante el Dragon, un equipo limitado por todas partes, fue, como dijo el técnico, Carlos Queiroz, "un entrenamiento muy duro". Sirvió para comprobar lo que ya se anticipó en las sesiones en Kunming. El portugués puso de salida al once con el que ha practicado durante toda la semana. Y los elegidos, que ya van desarrollando complicidades, no le respondieron mal. La defensa, con Pavón y Helguera, da síntomas de seguridad; el medio campo, con Makelele como único medio centro, parece una empresa sostenible; y Raúl y Ronaldo están como siempre o incluso más metidos en el proceso de pelota. Ahora los delanteros cuentan con Beckham como nuevo asistente y eso les ayuda a intervenir más.
Es posible que Makelele no sufra tanto como él mismo cree cuando el Madrid no tenga el balón. Para conseguirlo, Queiroz ha pedido a los centrocampistas que se concentren, y que cada vez que el equipo pierda la pelota, regresen y tapen cada uno a un hombre. Nada del otro mundo, sólo una tarea razonable que ayer Zidane y Figo cumplieron intercambiándose para bajar a obstaculizar a sus oponentes en el costado izquierdo. Beckham, por su parte, defendió el costado derecho. Para los lanzamientos a balón parado rigió la misma distribución: Figo tiró los córners y las faltas en el lado izquierdo y Beckham en el costado derecho.
El inglés va soltándose lentamente. Da la impresión de que tiene un gran sentido de la responsabilidad y procura exhibirse poco. En la primera parte se dedicó al entrejuego, a buscar su sitio y el de sus compañeros. No desbordó ni una vez, pero esa carencia termina por convertirse en un defecto de orden menor cuando se tiene tan buen pie. Tirado a la derecha o metiéndose en la zona de influencia de Makelele, como volante por banda o distribuyendo el juego por detrás de los delanteros, Beckham se movió con acierto. Su pase interior y la facilidad para centrar, aunque sea un melón, le permiten asociarse en cualquier situación. El pase largo le sirve para dar salida a los puntas y romper la presión. Es la prueba viviente de que el pase es la clave de este juego.
Por delante de Beckham, Zidane volvió a su hábitat natural y Figo centró menos pero tuvo más llegada que por la derecha. Al terminar, el portugués comentó que su buen estado de forma es producto del verano, la playa y el paddle, que practicó "con Zizou".
El perjudicado del nuevo orden fue Guti, cuyo talento rivaliza con el de los mejores. Sea por razones "estratégicas", como dice el club, sea por motivos de índole puramente comercial o porque no es un especialista al uso, lo cierto es que sigue siendo el jugador número doce. Ayer entró en la segunda parte y jugó en dos posiciones distintas. Resolvió el amistoso con tres jugadas de visionario: una apertura a Roberto Carlos que terminó en el primer gol de Morientes y dos asistencias al hueco, una a Portillo y otra al propio Morientes.
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