Diálogos e imposiciones

El 28 de Julio acudí a la invitación que desde la Diputación Foral me hicieron llegar para celebrar la festividad de San Ignacio de Loyola. La única persona que habló a los asistentes fue el Diputado General de Vizcaya, José Luis Bilbao. Habló aproximadamente quince minutos, dedicando los dos primeros en criticar a ETA por los últimos atentados, y el resto a hablar de esa supuesta cruzada anti-nacionalista que desde el Estado se está haciendo y exaltando al Lehendakari, que estaba allí presente.

Pero de todo su discurso, cargado con cierto tono de batzoki, me llamaron la atención dos frases: "Quien niega el diálogo, niega la solución" y "aquí no caben imposiciones", no refiriéndose a ETA, sino al verdadero malo de su película, el Gobierno de la Nación.

Pero además del Lehendakari, había otras autoridades, como el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. Y era curioso y hasta gracioso ver la cara de Azkuna cuando a Bilbao se le llenaba la boca de la palabra diálogo y de las no imposiciones, porque estaría recordando el alcalde el talante dialogante del Diputado General al decirle por teléfono que "aquí no se construye la torre de Pelli porque lo digo yo, y no hay nada más que hablar", en el momento en que estaban concejales del PNV del Ayuntamiento de Bilbao en Brasil haciendo, sin saberlo, una nueva versión del timo de la estampita, al enseñar un edificio que no se va a construir.

Y me pregunto por qué José Luis Bilbao no dijo nada de la no construcción de la torre durante la campaña electoral ni durante el Pleno de Investidura como Diputado General. ¿No tenía hechos los cálculos? ¿pero no nos dice que hay que hablar de todo? ¿por qué no ha hablado con el Ayuntamiento de Bilbao ni con la oposición en las Juntas Generales? ¿por qué José Luis Bilbao sólo habló con el PNV de Vizcaya, que no es quien para tomar esta decisión?.

Dialogar implica ir con la verdad por delante y contestar a las preguntas, cosa que el Diputado General no hace.