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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Náufragos

Perdida la esperanza, ateridos por el frío del fracaso y la frustración, con la mirada huidiza y la resignación de saberse perdedores, pero a fin de cuentas vivos, ésa es la foto de los inmigrantes de hambre, dolor y patera.

La pregunta y su conclusión es fácil: ¿Qué les impulsa a jugarse la vida? ¿A hipotecarse con tal de cruzar a Europa? Sencillamente, la carencia de todo futuro, nada hay que perder si nada se tiene. La demagogia es fácil, la hipócrita moralina de tertulia y limosna también. La solución no tanto.

Envejecemos en el Primer Mundo, comenzamos sencillamente a morir de éxito, convencidos de haber luchado por conseguirlo, nos aferramos a los bienes de consumo y nos negamos a compartir.

Calidad de vida, dietas hipocalóricas, cuerpos Danone. Tanto tienes, tanto vales... piensa mal que acertarás, difama que algo queda, curiosos principios para un tercer milenio, lamentables herederos de culturas desaparecidas por motivos similares a los que hoy nos implican en la batalla de la supervivencia. Hoy he sentido miedo, me sorprendí cuando en el reality de la comisión madrileña escuché a un diputado del Partido Popular esgrimir el criterio ético para forzar a uno de los citados a declarar. Falsa alarma: a los escasos minutos, ese mismo diputado felicitaba al compareciente por su constructivo silencio. Respiré, por un momento temí que los principios significasen algo en ese mundillo.

En la China de las adopciones, del hambre y los virus desbocados, miles de personas sacrifican la mitad de su sueldo mensual por ver a los jugadores del Madrid en un entrenamiento. El mismo pueblo, descendiente de los constructores de la Gran Muralla, inventores de la pólvora, contables del ábaco y filósofos de la contemplación resignada, pagaba por el circo que antaño regalaban los gobernantes con el pan de su esfuerzo.

Bush convoca a la historia para que dé el visto bueno a su gloriosa campaña de Irak, la Hoja de Ruta confunde a todos y cada uno de los participantes en el rally de Oriente Medio.

Sus rostros demacrados y el brillo de derrota en la mirada, la patera apresada, los sueños rotos como viejos juguetes, el gesto entre conmiserativo y autoritario de los agentes de la Guardia Civil.

No, definitivamente, no son ellos los auténticos náufragos.

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