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La sucesión de Zaplana genera tensiones entre el PP valenciano y el presidente Camps

Diputados próximos al ministro de Trabajo critican al nuevo Gobierno autónomo

El modelo de sucesión impulsado por el presidente del PP valenciano, Eduardo Zaplana, vive horas bajas. El dirigente popular apostó hace un año, cuando fue nombrado ministro de Trabajo, por una operación sucesoria en la que conservaba el control del partido y dejaba como cabeza electoral a la Generalitat a Francisco Camps. Los primeros pasos del ahora presidente Camps han suscitado tensiones entre el partido y su Gobierno. Zaplana y Camps se aplicaron ayer a disipar cualquier sombra de división, después de que varios diputados autonómicos criticaran al Consell.

Zaplana diseñó hace un año una operación de recambio en el PP valenciano, que incluso postuló como modelo a seguir para la sucesión de José María Aznar. El ministro conservaba la presidencia del partido y colocaba de cabeza electoral a Francisco Camps para la presidencia del Gobierno autónomo. Un modelo que los partidos de la oposición calificaron de bicéfalo.

Camps es uno de los jóvenes cachorros del PP y está bien relacionado con la cúpula del partido en Madrid. Algo que ayer recalcó el ministro de Justicia, José María Michavila, de visita en Valencia, cuando aseguró que Camps "es una apuesta personal de Aznar".

Dos meses después de que Camps revalidara la mayoría absoluta del PP, el partido y el Gobierno valenciano evidencian discrepancias. La política de gestos y silencios de Camps no ha gustado a Zaplana, según fuentes del partido. El nuevo Consell ha paralizado algunos proyectos decididos por el anterior Ejecutivo y mostrado diferencias de opinión en torno a la fusión de las cajas de ahorros, la ampliación del Instituto Valenciano de Arte Moderno, la construcción de colegios, o la gestión de Ràdio Televisió Valenciana. En definitiva, se ha distanciado de la gestión del anterior Consell, y algunos en el PP creen que se cuestiona aquella gestión.

Las tensiones entre Gobierno y partido han saltado al grupo parlamentario. El miércoles, en unas jornadas en Alicante, varios diputados criticaron abiertamente algunas declaraciones de miembros del Gobierno de Camps, pidieron explicaciones al portavoz del Consell, Alejandro Font de Mora, y censuraron la actuación de los consejeros de Hacienda y de Cultura y Educación, Gerardo Camps, ex secretario de Estado de la Seguridad Social, y Esteban González Pons, ex portavoz del PP en el Senado, respectivamente. Uno y otro fueron fichados por Camps entre los jóvenes valores del PP que siente más próximos.

En este ambiente, Zaplana ha redoblado sus apariciones en Valencia y en todas ellas ha insistido en que el PP es un partido cohesionado. Los hechos le han desmentido y Camps no ha estado presente, "por motivos de agenda", en la gran mayoría de actos en los que ha participado el ministro. Tampoco ha pasado desapercibida la ausencia, en los últimos cónclaves, de dos pesos pesados del PP valenciano: la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra.

Pero el PP ya ha empezado a cerrar filas. Ayer, el presidente Camps respondió a dos preguntas sobre el asunto diciendo que fue él quien eligió como portavoz del Consell y consejero de Presidencia a Font de Mora, quien en los últimos cuatro años, como portavoz parlamentario, "se ha ganado el respeto y el afecto de todos los diputados". "Estamos más unidos que nunca", afirmó, y añadió que en el PP "lo que hay es unidad por responsabilidad".

Por su parte, Zaplana aseguró por primera vez en torno a la sucesión: "En una operación de esta naturaleza necesitamos algún tiempo". "Nadie será capaz de romper la cohesión del PP. No nos pasará lo que al PSPV [PSOE]", reiteró. Zaplana aludió a un "exceso de celo" del diputado que el miércoles pidió explicaciones al portavoz del Consell y llegó a sugerir que dimitiera.

El propio González Pons, tras desmentir ayer las críticas que se le atribuyen contra la gestión del anterior Gobierno, explicó que el que preside Camps "no es un Consell continuista, sino un Consell de continuación".

Eduardo Zaplana y Gerardo Camps, a la derecha, en el congreso del PP valenciano en 2002.
Eduardo Zaplana y Gerardo Camps, a la derecha, en el congreso del PP valenciano en 2002.JORDI VICENT

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