Un campeón en el desierto africano
El tunecino Mellouli hace historia tras haber ganado el bronce en los 400 metros estilo
Los anales de los Mundiales de Barcelona dejarán para la historia la eclosión del coloso Michael Phelps, los 14 récords del mundo pulverizados en la piscina flotante del Sant Jordi o el renacimeinto del zar Popov, entre otros muchos acontecimientos. Y sólo quizá, dediquen un epígrafe especial a Oussama Mellouli, un muchacho tunecino que ha hecho historia. Su bronce en la final de los 400 metros estilo, sólo por detrás del incontestable Phelps y del joven húngaro Laszlo Cseh, lo convirtió en el primer medallista africano (excepción hecha de África del Sur), árabe y tunecino en la historia de la natación. Nunca antes un africano que no fuera del sur subió al podio de los campeones. Mellouli lo consiguió el domingo con tan sólo 19 años y después de un periplo que lo ha alejado de su país para poder entrenarse en plenas condiciones.
Criado en La Marsa, un barrio de la periferia norte de Túnez, Mellouili, como la reina de la sincronizada francesa, Virginie Dedieu, es el resultado de lo que en su día fue un bébé-nageur, es decir, un bebé al que su madre, Khadija, institutriz de escuela, tiró al agua al poco de nacer. Aficionada a la natación, Khadija quiso que todos sus hijos tuvieran contacto desde pequeños con el agua, así que apuntó a Oussama a un programa de la escuela que llevaba a los niños a chapotear. El chapoteo se fue convirtiendo en algo más serio y, a los 15 años, Oussama disputó ya los Juegos Panárabes. Sus cualidades empezaban a despuntar en los 1.500 metros libre y decidió emigrar. Túnez, como toda África y pese a estar bañada por el mar, carece de tradición acuática: existen sólo cuatro piscinas para nueve millones de habitantes.
Hace tres años, y tras una corta concentración en Font-Romeu, Oussama se trasladó a un centro deportivo y de estudios de esta localidad de los Pirineos franceses. En dos años, acabó el bachillerato, perfeccionó sus cualidades entrenándose en altura y descubrió sus posibilidades en los 400 metros libre, así como en los 200 y 400 metros estilo, donde fue segundo en los Juegos del Mediterráneo de 2001. En Siydney, con sólo 16 años, su participación había sido testimonial. Pero el año pasado quiso dar un paso más. Cambió Francia por EE UU, se marchó a Los Ángeles y se matriculó en ingeniería informática en la University of Southern California. Se integró en el grupo de Mark Schubert, en el USC Trojan Athletics', junto a gente como el estadounidense Erick Vendt, bronce en los 1.500 metros libre en Barcelona, y los resultados no han tardado en llegar. Tras una actuación discreta en los campeonatos de piscina corta en Moscú el año pasado, Mellouli, que ya ha batido 48 récords de su país y persigue los 59 de Mériem Mizouni, se ha convertido en el tercer mejor nadador del mundo en 400 metros estilo al sucar la distancia en 4m.15,36s. "A ver si esto sirve para que la historia de la natación cambie en el norte de África", dice Oussama. Ducho en matemáticas y admirador de Popov, su objetivo ahora es repetir al menos papel en Atenas. Peroironiza: "sólo si Microsoft me ficha, podré ganar dinero".
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