Gas en La Rinconada

Señor Durán: Como cargo público que soy desde que un 70% de los vecinos así lo decidió, me veo en la obligación institucional de responderle con la dureza que merece la gratuidad con la que se critica un hecho objetivamente tan beneficioso como es la implantación de Gas Natural.

A bote pronto, salta a la vista que la formación Nueva Izquierda Verde Andaluza, a la que pertenece ¿o no?, no tiene claro los objetivos medioambientales que defiende en las siglas, porque si no no se explica este ataque injustificado, carente de sentido y coherencia, algo que no sólo no me extraña a mí sino también al conjunto del electorado que les dejó fuera de los foros de decisión y debate. Esta reacción no es rara viniendo de quien viene, sobre todo cuando parece que ni usted mismo tenía clara estas siglas abandonadas ahora en busca de mejor cobijo bajo el paraguas del Partido Andalucista (también sin representación). Ni coherencia medioambiental ni coherencia política.

En la comunicación remitido a los vecinos, el firmante informa de las obras en las calles para la instalación de Gas Natural y pide comprensión a los vecinos por las molestias que originarán en previsión de un mejor servicio del que serán beneficiarios.

Pido al señor Durán que aclare exactamente contra qué está: ¿contra el hecho de que pongamos todos los medios a nuestro alcance para dotar a La Rinconada de una energía más limpia, menos contaminante, menos peligrosa y con mayor poder calorífico?, ¿de que seamos municipio de referencia por tener 13 metros cuadrados de zonas verdes por vecino?, ¿de que seamos avanzadilla en el reciclaje de residuos?, ¿de que nos hayamos comprometido voluntariamente a cumplir los principios de la sostenibilidad del programa Ciudad 21?, ¿de que informemos a los vecinos siguiendo un principio constitucional?, ¿de que dispongamos de ordenanzas en materia de limpieza, de ruidos y se trabaje ahora en la energética?... ¿o que sea un gobierno socialista el que abandere el respeto al medio ambiente como uno de los pilares de progreso?

Entiendo que tanta pregunta saturará a quien no tiene ni la altura moral ni política de llamar a las cosas por su nombre al referirse a la fábrica Azucarera, a la que ataca sibilinamente sin nombrarla, consciente como es de los empleos que genera, del arraigo y de que él y su familia han vivido durante años de ella.