El dilema del 'número dos' por Girona

Convergència recela de los candidatos que sus socios de Unió han elegido en la provincia de Girona. Aunque la lista oficial de UDC estuvo avalada por la asamblea de militantes, un 47% votó a favor de Enric Millo, ex portavoz democristiano en el Parlament y que no cuenta con el respaldo de la dirección. La votación y el proceso preliminar ha abierto una enorme brecha entre la militancia democristiana que podría perjudicar los intereses electorales de los nacionalistas.

Si bien los pactos de federación entre Unió y Convergència estipulan que los democristianos asumirán el segundo puesto en las cuatro provincias catalanas, Girona podría ser una excepción con vistas a los comicios de otoño. Oficialmente, Elena Ribera, secretaria de política municipal de Unió, debería ocupar este lugar pero Convergència presiona para que sea sustituida por la consejera de Bienestar y Familia, Irene Rigau, una persona que cuenta con más apoyos en la provincia. Si ambos partidos se ponen de acuerdo, Ribera quedaría desplazada al tercer lugar.

En el resto de Cataluña, el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, encabezará la lista por su circunscripción. Artur Mas descartó ayer que Nadal dimita a los pocos meses para presentarse en el Congreso de los Diputados. La candidatura de Girona la presidirá Pere Macias, secretario general adjunto de Convergència, y la de Lleida, Josep Grau, consejero de Agricultura.

Entre las novedades figura Albert Batalla, secretario general de las juventudes convergentes, que ocupará el quinto puesto por Lleida, o Esteve Vilanova, presidente de la Fundación Bartrina, que irá quinto por Girona.