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Entrevista:DIEGO VALDERAS | Coordinador de Izquierda Unida en Andalucía

"El pacto PSOE-IU en la Junta es difícil"

Se resiste a hablar de crisis en su organización, pero cuando se lanza a describir lo que le pasa a IU acusa a los críticos de falta de colaboración y de alentar la división. Diego Valderas (50 años) quiere renovar el cargo de coordinador en la 14ª asamblea andaluza de diciembre y salir de candidato a la Junta. Su receta para relanzar IU es la unidad. Aunque asegura que la militancia se inclina por estar en los gobiernos y no por ser siempre oposición, Valderas ve muy difícil un acuerdo de coalición con el PSOE en la Junta. Más que nada, dice, por el propio PSOE y su "naturaleza".

Pregunta. Aborda usted la próxima asamblea andaluza en un clima de conflictividad interna y con dos bandos bien definidos.

"Rejón dedica adjetivos a IU que no le dedica ni Aznar; así hace el juego a la derecha"
"Las bases no están en la clave de dejar pasar la oportunidad de estar en los gobiernos"

Respuesta. Prefiero saltar ya de la dicotomía de críticos y oficialistas, es algo ya superado, porque en el patio de IU hay una amplia mayoría en torno a una posición política que es necesario seguir, le pese a quien le pese, hasta la 14ª asamblea, que debe ser de integración, renovación y respeto a la pluralidad.

P. Ha dicho lo mismo que se dijo durante la anterior asamblea. ¿No tiene la sensación de que van a repetir la asamblea de 2000?

R. Bueno, habrá gente que repita lo mismo que en 2000, pero este coordinador, no. Creo que hay una amplia coincidencia con IU federal y Gaspar Llamazares, y en Andalucía hemos trasladado esa estrategia con los matices y perfiles necesarios que aconsejan la situación andaluza.

P. No negará que en los debates se produce siempre la siguiente dialéctica: los críticos denuncian la falta de integración, renovación y pluralidad; y los oficialistas les acusan de debilitar a la organización y piden unidad.

R. Desde la 13ª asamblea se está produciendo un proceso de renovación que viene de abajo y que culminará ahora con las asambleas locales, provinciales y finalmente, la andaluza. Junto con ese aspecto, todos coincidimos que la izquierda alternativa debe tener un perfil muy claro, pero a la vez ser útil y que los ciudadanos sepan que tiene capacidad y derecho legítimo a gobernar con parte de su discurso y sus propuestas allí donde las posibilidades lo permitan. Por tanto, se viene abriendo ese campo amplio donde se puede encontrar la síntesis de una gran mayoría, y yo no observo que haya diferencias internas profundas ni en el terreno político, ni en el modelo organizativo, ni en la renovación de la política.

P. ¿Se trata entonces de un tema personal?

R. Hombre, yo no diría eso. En política es muy importante que haya matices en una discusión leal, abierta, en la que se trate de mirar el proyecto por encima de las ambiciones personales que pueda haber. Hoy nos debemos al elemento colectivo construido entre todos para relanzar IU.

P. Si no es una cuestión de política, de modelo de organización o personal, ¿qué es lo pasa en IU?

R. No puedo llamar crisis a la expresión libre y democrática de opiniones en el proceso de un congreso, aunque tengo que reconocer que hay compañeros que saben expresar sus diferencias en el terreno del respeto interno, y hay otros que no saben. Yo creo que lo que ha ocurrido en los últimos tres años es que la minoría que perdió la asamblea no ha tenido una actitud de colaboración con este coordinador, como la que tuvo la dirección andaluza con Gaspar Llamazares, pese a que la ejecutiva es de integración. Algunos compañeros en vez de asumir las responsabilidades de sus cargos han preferido jugar a gobierno y oposición, algo que en el seno interno de cualquier fuerza política es un error. Porque hay que saber construir colectivamente y no mantener las diferencias sin ningún tipo de necesidad o alentar las divisiones, sobre todo de un proyecto como el nuestro, que necesita la unidad y la cohesión para dar un salto hacia delante. Y en ese sentido, las elecciones municipales nos han dado una oportunidad y declaraciones de algunos compañeros hacen un flaco favor a IU y el juego a las fuerzas políticas que más nos critican. La derecha está alarmada con la posibilidad de que IU pueda llegar a los gobiernos autonómicos, y lo penoso para mí es que algunas opiniones de compañeros de alta dirección de IU coincidan más con el PP que con impulsar las posibilidades de IU.

P. ¿Se refiere a Concha Caballero?

R. No, Concha emite sus opiniones en un tono respetuoso...

P. ¿A Luis Carlos Rejón?

R. Bueno... Usted misma le ha puesto el nombre. No es lógico que suelte adjetivos que ni la propia derecha le dedica a IU. Ha ido más allá que Aznar, fíjese que ha pasado incluso esa barrera. No lo entiendo, no lo comparto, porque eso significa trabajar para el vecino de enfrente y no para tu casa.

P. Desde su equipo se ha dicho que la "unidad es una obligación".

R. Je, je, vaya, no sé si he empleado ese término. La unión no es por obligación es una cuestión de responsabilidad, porque en el tiempo político que estamos viviendo la unidad y la cohesión es algo necesario. No puede haber unión en el aire o en torno a las personas, tiene que ser en torno a una política de carácter alternativo, que yo digo que está claramente diferenciada del PSOE, ya que estamos ante un proyecto socialdemócrata agotado que no tiene respuesta para la Andalucía del siglo XXI. De ahí que yo no comparta que se diga que IU está excesivamente pegada al PSOE, se comete un error de fondo.

P. ¿Cuándo va a dejar IU de debatir internamente refiriéndose al PSOE?

R. Yo hace tiempo que dejé de hacerlo. Ya no sé cómo decir que IU no tiene nada que ver con el PSOE ni le ata a él absolutamente nada. Tenemos que discutir lo que quiere esta fuerza política para Andalucía, qué reforma del Estatuto propone, cuál es el papel de la comunidad en Europa... En definitiva, cómo va a beneficiar la política de IU a los ciudadanos. Cuando eso lo hemos hecho la gente nos ha sentido útiles, necesarios, y desde una posición nueva que necesita ser ganada primero entre nosotros mismos para trasladarla después a la sociedad.

P. Si se diera la oportunidad, ¿cómo ve la entrada de IU en el Gobierno autonómico?

R. Lo hemos dicho siempre desde los tiempos de Julio Anguita y no hay que cambiar ni un ápice. IU no es una fuerza política de sillones y no ha hecho nunca clientelismo político. Nos hemos caracterizado siempre por una gran honradez, una gran ética y un gran apego al programa. Lo importante son los contenidos. El PSOE y el PP sólo hablan de alternancia, mientras que IU no, y si no que se repasen nuestras propuestas. Nosotros lo hemos hecho, ¿y sabe lo que hemos comprobado? Que muchas veces lo que proponemos un año no se hace, pero al siguiente lo recoge quien está en el poder. No sólo queremos que se recoja nuestra capacidad de proponer, también queremos demostrar que somos capaces de gobernar.

P. Aportar soluciones en una forma de ser útiles sin tener que estar en el Gobierno.

R. Yo lo que observo es que nuestras bases no están en esa clave, nuestras asambleas han decidido los acuerdos con el PSOE en lo estrictamente municipal y mayoritariamente se ha asumido. En algunos sitios estamos en los gobiernos, en otros, permitiendo la estabilidad... Por eso no entiendo que a IU se la tenga que vetar y que las alternativas que propone no las pueda gestionar ella misma. Jamás, jamás he planteado un acuerdo que ponga en peligro nuestra autonomía.

P. ¿Ocupar el lugar del PA en el Gobierno cambiaría la situación de Andalucía?

R. Yo no quiero ocupar el lugar del PA, que es un partido claramente de derechas, que cierra excesivamente los ojos ante la corrupción, y también ante las mejores actitudes democráticas y en las últimas elecciones ha creado un bloque con el PP. IU tiene su propio espacio y significa un impulso de aire fresco y, en consecuencia, la cuestión no es si IU puede llegar o no a un acuerdo con el PSOE, que yo lo veo difícil, lo digo con sinceridad, por la propia naturaleza del PSOE. Se tendrían que operar muchos cambios en contenidos y forma de hacer la política. Es decir, ¿se va luchar para romper la pobreza en Andalucía? ¿se va a hacer una política de viviendas? Eso es fundamental. Sabemos que en el ámbito de la comunidad hay muchas dificultades para la coincidencia, pero todo va a depender de que el proyecto alternativo de IU se abra paso, y eso tiene que hacerlo la 14ª asamblea, la represente quien la represente.

"Las primarias partirían IU por la mitad en algunos sitios"

Pregunta. Los críticos insisten en que se celebren primarias o un referéndum para elegir al candidato a la Junta.

Respuesta. Defiendo una filosofía colectiva de que el máximo órgano de dirección es una asamblea, un congreso, que es el que representa la voluntad de todo el conjunto de los militantes e incluso de los simpatizantes. Allí es donde residirá una opinión muy formada de abajo a arriba, y no tenemos por qué cambiar esta filosofía.

P. ¿Por qué pide IU referendos para los ciudadanos y no quiere hacerlos en el seno de su organización?

R. Pero si lo que yo estoy planteando es que los delegados que, vienen desde abajo, tienen una opinión formada desde sus asambleas. ¿Qué mayor participación, si todos van a ser consultados? No, no, son asuntos con marcada diferencia. Tenemos que salir todos a una en las elecciones autonómicas, sumando. Las primarias significan partir la organización en algunos sitios por la mitad, con lo cual no estaríamos en las mejores condiciones para optar a la recuperación. Otra decisión no hubiera sido la más democrática, ya que los censos no están actualizados. Yo lo que sí creo es que el candidato debe ser el que más una, el que más garantías dé y que tenga las perspectivas externas necesarias.

P. ¿Y esa persona es usted?

R. Hay diversas personas que pueden hacer ese papel y esa es la fuerza que tenemos.

P. Si es el candidato y no se presenta por su circunscripción, Huelva, ¿no teme dar una imagen débil al asumir que no es capaz de salir por su propia tierra?

R. Aceptaré lo que digan las bases. Pero sí digo una cuestión: siempre que se mantenga la cohesión. De nada serviría haberse llevado tres años de sacrificios y de tratar encauzar el proyecto con las dificultades financieras y electorales que había, si por ambiciones personales se rompiera la cohesión, sería un sacrilegio. Pido que la misma reflexión sirva para cualquier dirigente o militante. Que todos sepamos poner el proyecto por delante

P. Dice que las bases no quieren dejar la oportunidad de estar en los gobiernos...

R. La prueba evidente es que algunos gobiernan hasta con el PP, je, je. Comparto que en varias poblaciones el acuerdo con el PSOE no es posible, así se ha respetado.

P. Precisamente uno de los disgustos que usted se llevó es que su secretario de Organización, Agustín Pavón, uno de los negociadores del pacto con el PSOE, se ha hecho alcalde de Camas con los votos del PP.

R. El disgusto se lo llevó hasta él, que no pudo respetar lo que había defendido. Nosotros hicimos lo imposible para que no sucediera.

P. ¿Se sintió traicionado?

R. Más que traicionado yo, él mismo se traicionó.

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