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Metamorfosis en Ferrovial

Amey reduce su dependencia de la construcción y del mercado nacional

Ferrovial ha cambiado con el paso del ecuador del año. El martes presenta sus cuentas del primer semestre, pero éstas ya no responden a lo que es hoy el grupo. Desde el día 1 de julio ha empezado a consolidar en su balance a la británica Amey y eso significa el nacimiento de un nuevo grupo mucho más internacional, sus ventas fuera de España pasan del 28% del total al 43%, y en el que la aportación de actividades distintas a la construcción se incrementa del 28% al 42%.

Las ventas de Ferrovial en el exterior alcanzan el 43% y la aportación al grupo de actividades ajenas a la construcción se incrementa del 28% al 42%
Amey, por la que la española desembolsó a través de una OPA unos 117 millones de euros, registró unas pérdidas netas de 618 millones en 2002
La compañía británica le aportará unos ingresos de 1.282 millones de euros a Ferrovial en el ejercicio 2004, según su consejero delegado

En un segundo plano, desplazada de los focos mediáticos por sus competidoras ACS, Dragados y Sacyr con sus audaces y controvertidas fusiones, y por el desembarco de ACS en FCC, la veterana constructora de la familia Del Pino está viviendo una discreta y radical metamorfosis en su tamaño, en la composición de sus negocios (en diciembre, todavía la construcción la aportaba el 75% de su facturación y el 47% de su beneficio neto sin extraordinarios) y hasta en su funcionamiento societario.

Acaba de incrementar su participación en la concesión del aeropuerto de Sidney, ha empezado a consolidar en su balance al gigante británico de los servicios Amey, y ultima estos días un plan de stock options (opciones sobre acciones) de hasta 1,8 millones de títulos, un 1,28% de su capital social, para incentivar a sus directivos.

Crecimiento del 10%

Esta última medida sucede al cambio retributivo aprobado en marzo para los miembros de su consejo de administración y que desde entonces están obligados a invertir la totalidad o parte de sus percepciones por el desempeño de los cargos en acciones de la propia Ferrovial.

Los analistas no esperan grandes sorpresas en las cuentas del grupo del primer semestre, que se harán públicas el martes, y que previsiblemente van a estar condicionadas por los efectos negativos de la apreciación del euro frente al dólar y por la circunstancial repercusión en su contabilidad por su especial periodificación de las inversiones y negocios en autopistas y aeropuertos. En Ferrovial, en última instancia, reiteran que sigue vigente su objetivo de crecimiento de un 10%, anunciado hace meses, en el resultado neto en 2003, pese a los profundos cambios experimentados por el grupo.

El mayor en los últimos tiempos, sin duda, ha sido la adquisición de Amey (un grupo que facturó el año pasado 1.350 millones de euros, que contaba en esa fecha con una cartera de pedidos de 3.770 millones, y que en junio se ha hecho por 86,5 millones con el 33% de Tube Lines, la concesionaria encargada del mantenimiento y la modernización del metro de Londres). La incorporación de Amey al balance consolidado de Ferrovial, según acaba de explicar el consejero delegado de Ferrovial, Joaquín Ayuso, en una presentación a los analistas, "no es dilutiva" para su grupo este año y en 2004 "le aportará unos ingresos de 900 millones de libras" (1.282 millones de euros, según el cambio actual). La británica tendrá un Ebitda (resultado bruto de explotación) "de más de 71 millones de euros" el año próximo.

La entrada de Ferrovial en Amey, según Ayuso, tiene "caracter estratégico", ya que supone un reforzamiento en la estructura de negocios del grupo "en actividades no cíclicas, con resultados recurrentes y carteras a largo plazo". El consejero delegado destaca también el potencial de crecimiento que presenta esta inversión combinada con la capacidad de gestión que ha demostrado Ferrovial en operaciones de adquisición y reestructuración similares como las abordadas en su día con Agromán, en España, o con Bumidex, la principal constructora polaca.

Amey, por la que Ferrovial desembolsó a través de una OPA unos 117 millones de euros, registró unas pérdidas netas de 618 millones en 2002. Ayuso ha explicado el plan de actuación que han puesto en marcha en el grupo británico para dar la vuelta a esta situación. Un plan que incide, entre otros aspectos, en la desinversión en activos y actividades no estratégicas y una reducción de plantilla. Ferrovial también ha llevado a cabo una ampliación de capital de 54 millones de euros para amortizar parte de la deuda de Amey.

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