Condenado a 10 años el coronel ruso que secuestró y asesinó a una joven chechena

El coronel Yuri Budánov fue condenado ayer a 10 años de cárcel por el asesinato de la joven chechena Elsa Kungáyeva, de 18 años, a quien secuestró hace tres años y la llevó a su regimiento, donde se encerró con ella, la torturó, la vejó y finalmente la estranguló. Budánov había sido exonerado, por enajenación, en un proceso anterior, pero la sentencia fue recurrida tanto por la Fiscalía como por la defensa. El nuevo juicio representa un triunfo de los que opinan que el Estado no debe encubrir a los criminales de guerra y sí debe mostrar a los chechenos que se puede confiar en la justicia rusa.

La noche del 26 de marzo de 2000, Budánov bloqueó con tres blindados la casa de los Kungáyev, en la aldea chechena de Tanguí y se llevó, enrollada en una manta, a Elsa, la mayor de cuatro hermanos. Según el coronel, le habían informado de que ahí vivía una guerrillera francotiradora, y por eso se llevó a la joven para "interrogarla". Durante el interrogatorio, según él, la estranguló preso de un ataque de ira ante los insultos de la muchacha.

Los testimonios, sin embargo, no corroboran esta versión. Cuando el coronel abrió la puerta de la habitación donde, según afirma, transcurrió el interrogatorio, los soldados vieron el cuerpo inerte de la joven tendido en la cama, completamente desnudo. El coronel, bebido, fumaba en calzoncillos.

Como se determinaría más tarde, el cuerpo de la víctima tenía numerosas huellas de golpes y tanto la vagina como el ano presentaban traumas. Los padres de Elsa están convencidos de que Budánov, además de torturarla, la violó. Pero ambos juicios desestimaron esa acusación "por falta de pruebas". Budánov fue condenado ayer por abuso de poder, secuestro y asesinato, con atenuantes como sus problemas de salud y su arrepentimiento. Alexéi Dulímov, su abogado, declaró que apelará.