Beiras advierte a los sectores del BNG de que nadie debe aspirar a su "control político"

El rito anual de los nacionalistas gallegos, la manifestación en Santiago de lo que ellos denominan Día da Patria Galega, estuvo ayer cargada de mensajes en clave interna. El líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, aprovechó su discurso ante las 10.000 personas congregadas en la plaza de A Quintana para advertir de que nadie debe aspirar a un "control político" de las diversas organizaciones del nacionalismo.

El destinatario de las palabras de Beiras no podía ser más que el partido mayoritario dentro del BNG, la Unión do Povo Galego (UPG), con el que mantiene una rivalidad interna y que aspira a relevarle como próximo candidato a la presidencia de la Xunta.

El BNG celebrará el próximo noviembre una asamblea decisiva, en la que se abrirá el debate interno tras el revés de las pasadas elecciones municipales y se deberá elegir un candidato para las autonómicas de 2005. Beiras, que encabeza las listas del BNG desde hace casi 20 años, se ha refugiado en una ambigüedad calculada para no aclarar si desea repetir como candidato a la Xunta. Desde hace tiempo, la UPG, que lidera el diputado en el Congreso Francisco Rodríguez, ha enviado mensajes internos para subrayar que desearía el relevo de Beiras. Y paralelamente se ha multiplicado la presencia social del coordinador de la ejecutiva, Anxo Quintana, uno de los posibles candidatos a sustituirle.

En ese contexto y con toda la militancia reunida en el Día da Patria Galega, el dirigente nacionalista deslizó tácitas referencias al debate interno. Beiras defendió la "plena autonomía" de todas las organizaciones del nacionalismo gallego y advirtió de que "no pueden ser sometidas a ninguna clase de control político". Frente a la insistencia de los dirigentes de la UPG en que el Bloque debe reforzar su compromiso nacionalista, Beiras se agarró al término "galleguismo", poco grato a los sectores más radicales. Según Beiras, la tradición galleguista está calando cada vez más en la sociedad y el BNG debe "abrir las puertas a toda esa gente".