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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Dorothy Miller, descubridora de artistas

Dorothy Miller, una de las primeras conservadoras contratadas por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) en 1934 y responsable de las primeras exposiciones de nuevos artistas estadounidenses que ayudaron a impulsar a generaciones de pintores como Pollock, Rothko, Frank Stella y Jasper Johns en la escena internacional, ha muerto a los 99 años en su apartamento de Greenwich Village, el barrio neoyorquino donde viven una gran parte de los artistas.

Miller era una conservadora clarividente, con gustos infrecuentemente amplios. Su carrera empezó cuando artistas modernistas estadounidenses como Stuart Davis todavía eran jóvenes y duró hasta los comienzos del periodo culminante de Stella, Ellsworth Kelly, James Rosenquist y Claes Oldenburg. En 1963 incluyó a Oldenburg y a Rosenquist en la última de sus exposiciones tituladas Americans.

Las exposiciones Americans comenzaron en 1942, con una selección de artistas de estilos eclécticos procedentes de todo el país, por entonces prácticamente desconocidos. La idea era ofrecer de forma relativamente extensa a un selecto grupo de artistas, tanto abstractos como figurativos. Los delgados catálogos incluían declaraciones de los artistas. Normalmente, Miller prefería que hablaran por sí mismos en lugar de hablar ella de ellos y de sus obras.

Se mantuvo invariablemente un paso por delante del gusto del público. La exposición de 1942 fue tremendamente criticada. Los administradores del museo estaban escandalizados. Algunos amenazaron con dimitir. Incluso Alfred H. Barr, hijo, el visionario director del museo, que en todo lo demás respaldaba a Miller, intentó discretamente distanciarse de ella.

Miller organizaba sus exposiciones Americans en el último minuto, para guardar en secreto el nombre de los artistas prácticamente hasta la inauguración. "Felicidades, Dorothy", le dijo Barr tras una inauguración. "Has vuelto a conseguirlo: todos la odian".

Pero con el tiempo muchos de los artistas descubiertos por ella llegaron a ser admirados. "Tuve suerte de tener dos guías brillantes", declaró, con modestia, "Alfred H. Barr, hijo, y mi esposo, Holger Cahill".

Dorothy Canning Miller nació el 6 de febrero de 1904 en Hopedale, Massachussets, y creció en Montclair, Nueva Jersey. Tras graduarse en el Smith College en 1925, se matriculó en el programa de aprendizaje del Museo de Newark, que la contrató en 1926. Allí conoció a Cahill, que era restaurador, con quien trabajó en exposiciones de arte estadounidense progresista. Dichas exposiciones llamaron la atención de Barr, que la contrató. Cuando en 1935 Cahill fue nombrado director del Proyecto de Arte Federal de la Administración de Proyectos de Trabajo

[Work Projects Administration - WPA] en Washington pidió a Miller que se uniera a él. Declinó la oferta, afirmando que en el Museo de Arte Moderno estaba en "el mejor trabajo dentro del mundo de los museos."

Su primera exposición en su nuevo cargo fue sobre el arte de la WPA. Tras Americans 1942, organizó American Realists y Magic Realists (Realistas americanos y El Realismo Mágico) en 1943, Fourteen Americans (Catorce estadounidenses) en 1946, Fifteen Americans (Quince estadounidenses) en 1952, Twelve Americans (Doce estadounidenses) en 1956, Sixteen Americans (Dieciséis estadounidenses) en 1959 y la última exposición de la serie Americans en 1963. En la exposición de 1946 incluyó a Gorky, Isamu Noguchi y Robert Motherwell; en la de 1952, a Pollock, Rothko y Clyfford Still; en la de 1956 dio a conocer al público a Larry Rivers y Grace Hartigan; en la de 1959 participaron Frank Stella, Louise Nevelson, Jay de Feo, Robert Rauschenberg y Jasper Johns. En la exposición de 1963, aparte de Oldenburg y Kelly, también participaron Cryssa, Lee Bontecou, Richard Lindner y Robert Indiana. En una crítica publicada en The New York Times, John Canaday afirmó que "la exposición respondía a la pregunta que desde hace 30 años se viene planteando sobre qué ocurrió con el vodevil. Pues se trasladó al Museo de Arte Moderno".

La exposición más influyente organizada por Dorothy Miller seguramente fue The New American Painting (La nueva pintura estadounidense), que recorrió Europa en 1958 y 1959. Esta exposición cambió de forma significativa la imagen que los europeos tenían del arte estadounidense, situando de una vez por todas al expresionismo abstracto en el mapa cultural.

En 1969, Dorothy Miller se retiró del Museo de Arte Moderno y se convirtió en asesora de varias colecciones privadas. Asimismo, junto con Eleanor Price Master, escribió Edward Hicks: His Peaceable Kingdom and Other Paintings (Edward Hicks: Su reino de paz y otras pinturas), sobre este popular pintor estadounidense del siglo XIX.

Le sobreviven una hijastra, Jane Cahill Blumenfeld; una sobrina, Edith White, y un sobrino, Reid White.

En su historia sobre el Museo de Arte Moderno, Russel Lynes afirma que "Miller era considerada por los artistas como una diosa benévola o desdeñosa, dependiendo de si sonreía o no ante su obra".

Frank Stella declaró tras la muerte de Miller: "Tenía buena puntería y era muy respetuosa con el arte, con los artistas y con el museo, algo que ya no es muy habitual. Las exposiciones de Americans marcaron la pauta durante mucho tiempo. Determinaban quién estaba y quién no. Eran exposiciones sobre lo que estaba pasando, señalaban al futuro y resultaban definitivas. Y cuando no lo eran, siempre eran verdaderamente interesantes".

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