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LA POSGUERRA DE IRAK

"Imaginé que tenía huéspedes importantes"

Los hijos de Sadam, Uday y Qusay, podrían haber estado escondidos tres semanas en la casa de Mosul en la que finalmente murieron el martes durante un ataque de las fuerzas estadounidenses. Muchos residentes del barrio de Al Falah dijeron que no tuvieron ni idea de lo que pasaba hasta que empezó el tiroteo: nadie los vio salir de la mansión.

El dueño de la casa, el jefe tribal Nawaf al Zeidane, y su familia llevaron una vida normal y no levantaron sospechas. O, por lo menos, sospechas de que albergaban a dos personajes tan buscados. "Durante las últimas tres semanas, Nawaf compraba cosas caras y pagaba siempre en metálico, lo que era bastante inusual", dijo el dueño de una tienda de comestibles cercana, Thair al Dabba. "Imaginé que tenía huéspedes muy importantes, pero jamás que eran los hijos de Sadam. Ahora las cosas cuadran".

Kefar Mahmud, un vecino de Al Zeidane -jefe tribal, que se jactaba de su cercanía con la familia de Sadam-, fue testigo del asalto realizado por fuerzas especiales y la 101ª División con apoyo de helicópteros Apache. Utilizando altavoces, los estadounidenses pidieron a los habitantes que saliesen de la mansión: la respuesta fue un intenso fuego de granadas que causó cuatro heridos en los militares de Estados Unidos.

Tras la batalla de seis horas, el estado de la casa era lamentable. Numerosos curiosos que se concentraron desde primera hora de la mañana contemplaban los boquetes de las bombas, las ventanas arrancadas de cuajo y los muros ennegrecidos. Otras 12 casas de los alrededores resultaron dañadas durante los combates. Muchos de esos curiosos, de origen kurdo, se felicitaban por la muerte de los dos hijos de Sadam. Otros mostraban reservas. "Aunque nos hayan liberado de esa gentuza, no dejan de ser fuerzas de ocupación". "Aquí hay una ocupación y dentro de poco todas nuestras casas estarán como ésa", agregó otro vecino, que no quiso dar su nombre.

Una decena de manifestantes se congregaron cerca de la villa con cuadros de Sadam y profiriendo gritos a favor del ex presidente. Fueron dispersados por los soldados estadounidenses.

Mosul, la gran metrópoli del norte de Irak con más de un millón de habitantes, es una ciudad muy complicada, en la que se han multiplicado los enfrentamientos entre los kurdos y los árabes desde la caída del régimen. Está situada a unos 300 kilómetros de Bagdad y relativamente cerca Tikrit, la ciudad natal de Sadam.

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