Los regantes de Sueca rechazan el agua del Ebro para la Albufera y los acuíferos del Júcar
Critican que Rafael Blasco crea necesario el trasvase para los humedales valencianos
"Ni una gota" del agua del Ebro dirigida a la Albufera o a los acuíferos del Júcar están dispuestos a aceptar los regantes de Sueca, según defendió ayer José Pascual Fortea, presidente de la Comunidad de Regantes de esa población. Fortea recordó que la Administración se comprometió a que el trasvase del Ebro, que, en su opinión, supondrá la llegada de agua de menor calidad, no implique una mezcla de caudal con el Júcar. Fortea respondía así a Rafael Blasco, consejero de Territorio, para quien el agua del Ebro es necesaria para los humedales valencianos.
La Albufera necesita 100 hectómetros cúbicos al año que, según explicó Fortea, están garantizados mientras se "respeten" los 725 hectómetros cúbicos asignados a los riegos tradicionales del Plan Hidrológico del Júcar. El presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca aseguró que el "verdadero riesgo" para la Albufera es que se asignen "nuevos aprovechamientos" para el agua antes de que se acometan las obras de modernización de los riegos tradicionales que se recogen en el Plan Hidrológico del Júcar y en el Convenio de Alarcón. "Si el ministerio y la Generalitat no se deciden a poner en marcha las inversiones previstas para generalizar el riego por goteo en toda la cuenca del Júcar y no se paralizan las extracciones ilegales en Albacete, es imposible obtener ni una gota más del río para los trasvases del Júcar-Vinalopó, los Canales del Taibilla, etc", defendió.
Fortea recordó que la Administración se comprometió a que el trasvase del Ebro no implique una mezcla con el caudal del Júcar. Las aguas del Ebro, aseguró, son de menor calidad, "muy salinas" y conllevan "importantes riesgos ecológicos" porque en ellas hay especies que podrían ser muy destructivas para el parque natural, como el mejillón cebra.
Fortea criticó a Rafael Blasco, consejero de Territorio y Vivienda, quien recientemente aseguró que los humedales valencianos "desaparecerán" sin la aportación de agua del Ebro. Blasco quiso matizar las afirmaciones de la Comunidad de Regantes. El titular de Territorio explicó, por un lado, que la afirmación sobre la inferior calidad de las aguas del Ebro "está por demostrar". También aseguró que el agua del Ebro no se mezclará con la del Júcar y "por eso se cambió el trazado del Plan Hidrológico Nacional". Blasco recordó, además, que la cuenca del Júcar no tiene un gran déficit hídrico, defendió que el trasvase "sí es la garantía de los grandes humedales valencianos", sobre todo de los de Castellón y el Sur de Alicante, y añadió que la Albufera tiene garantizado por ley un caudal ecológico de 100 hectómetros cúbicos.
Por otro lado, ayer la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, defendió en Alicante que el Gobierno pretende "poner la primera piedra" del trasvase desde el Ebro antes de las elecciones generales de la primavera de 2004.
Mezcla de caudales en Tous
En Valencia, los regantes observan desde hace años con preocupación las extracciones de agua en La Mancha para nuevas transformaciones agrícolas, que están rebajando el nivel de los acuíferos y reduciendo el caudal del Júcar con el que se riegan las dos Riberas valencianas.
Con el trasvase del Ebro y la ejecución del Plan Hidrológico del Júcar, acordado con el Gobierno de Castilla-La Mancha, se estima que parte del caudal del Júcar se quedará antes de llegar al embalse de Tous, por lo que cabe la posibilidad de que esta detracción del caudal se compense con aguas del Ebro.
De hecho, el canal previsto por el Gobierno conduce al pie de la presa, lo que permitiría mezclar las aguas del Júcar con las del Ebro, más salinizadas y de peor calidad. Los regantes expresan además su temor a que la recarga de acuíferos de los que se nutre la Albufera de Valencia se realice con agua del Ebro, lo que pondría en peligro el equilibrio de este ecosistema.
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