Los retrasos en la línea Barcelona-Portbou doblan lo previsto por Renfe

Las previsiones de Renfe se quedaron cortas y los retrasos de 20 a 30 minutos anunciados por la compañía desde ayer y hasta el 5 de septiembre, a causa de unas obras en la línea Barcelona-Portbou, se multiplicaron por dos y hasta por tres en algunos de los trayectos. Algunos convoyes, que avanzaron con lentitud exasperante durante casi todo el trayecto, permanecieron entre 30 y 45 minutos detenidos en la zona de obras, entre Riells y Maçanet de la Selva.

Los trenes Catalunya Exprés, que habitualmente tardan 70 minutos en cubrir el trayecto de Girona a Barcelona, ayer necesitaron 125 minutos. La media de velocidad rondó los 50 kilómetros por hora.

Alcaldes de la zona afectada y políticos de todos los partidos, excepto del PP, criticaron el momento escogido para iniciar las obras y la supuesta inevitabilidad de los retrasos. Algunos usuarios habituales de la línea aseguraron ayer que las obras no han hecho más que complicar la circulación de un trayecto que sufre retrasos y saturación de forma habitual.

El tren que ayer tenía prevista su llegada a Barcelona a las 8.36, repleto de residentes de Girona que se desplazan a trabajar a la capital catalana, llegó a las 9.31 al paseo de Gràcia. Eloi Fabregat, usuario habitual de la línea, asegura que el tren, incluso antes de las obras, raramente llega con puntualidad. "Si ahora ya nos amenazan con 20 minutos de retraso, es probable que lleguemos siempre una hora tarde", lamentaba.

Los viajeros sí admitían que el incremento de vagones ha evitado la saturación.

La diputada socialista Montserrat Palma anunció que han pedido la comparecencia parlamentaria del ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, para que explique por qué se realizan las obras en pleno verano y si es cierto que hace dos años que están adjudicadas.

El PSC denuncia que el Gobierno del PP demuestra "opacidad e incompetencia" en la gestión del ferrocarril y que han disminuido hasta una tercera parte algunas partidas presupuestarias en los últimos años. También el consejero de Turismo, Antoni Fernández Teixidó, emplazó a Renfe a realizar obras en fechas más idóneas, aunque aseguró que los retrasos no tendrán repercusiones en el sector turístico.

Autobuses

Renfe tiene previsto incluso realizar trasbordos mediante autobuses en los trenes de cercanías. Las obras exigen la circulación por una única vía en los dos sentidos en la zona de los trabajos. Se ha previsto, para lograr un descenso del tráfico y facilitar los trabajos, la supresión de 10 trenes regionales diarios de la línea Barcelona-Portbou. No obstante, los convoyes que circulan en horas punta han pasado de tres a seis coches y, en algunos casos, hasta nueve. Según Renfe, los trenes Catalunya Exprés tienen entre 500 y 750 plazas, mientras que los Regionales y Delta se situarán entre 300 y 900 plazas. Incluso las grandes líneas con destino a Europa se han visto afectadas respecto a sus horarios habituales. La compañía ferroviaria calcula que sufrirán retrasos de entre 10 y 30 minutos.

Un portavoz de la empresa explicó que las obras, vinculadas a un aumento de seguridad en la vía, se ejecutan en el periodo de menos demanda. Mensualmente utilizan la línea entre 350.000 y 370.000 usuarios, que descienden a 300.000 en el periodo vacacional.

Los trabajos programados consisten en la renovación de las vías y traviesas, así como del sistema de electrificación. También se tratarán las trincheras y los márgenes del tramo Riells-Maçanet. Según Renfe, el objetivo de la renovación es "el aumento de la fiabilidad, seguridad y confortabilidad de la circulación ferroviaria". Las estaciones afectadas cuentan ya con nuevos horarios a disposición del público. Renfe ruega a los viajeros que consulten las incidencias llamando al teléfono 902 240 202 o a través de la página web www.renfe.es.