Maragall afirma que con "el cambio CiU no estará en el Gobierno"

"Será una batalla puerta a puerta, pero no debemos sufrir, hemos de disfutar con esta campaña", subrayó ayer el líder del PSC, Pasqual Maragall, ante los responsables de la federación de Barcelona de su partido. "Tenemos una buena perspectiva", dijo, y agregó: "Cambio quiere decir que CiU dejará de estar en el Gobierno, que hay que hacer imposible cualquier maniobra para salvar el pujolismo".

Maragall repitió su teoría del dominó: "Cataluña plantará cara a Aznar y, al hacerlo, será el principio de la derrota del PP en el Estado". A su juicio, "cambio quiere decir que el Partido Popular no mandará más en Cataluña ni directa ni indirectamente", y agregó que los nacionalismos catalán y español "se aman y se odian a la vez: se odian porque ganan votos y se aman porque así gobiernan". "Rato y Mas son grandes amigos y lo que piensan de Cataluña y España es parecido, con excepción de cuatro ideas que han pactado", agregó el presidente del PSC.

"Nuestros adversarios son, por tanto, la alianza de la derecha española y la catalana", subrayó. En el decálogo que enumeró, entre otras cosas, se refirió a la aplicación de programas alternativos en materia de enseñanza, empleo, sanidad y seguridad, y a que "el país real será más importante que una bandera".

El presidente del PSC enfatizó la voluntad de que Cataluña "recupere el liderazgo económico de España" y de que desde el Gobierno de la Generalitat se tienda la mano a Barcelona, al tiempo que la sociedad civil pueda hablar sin miedo a través de unos medios públicos plurales.

Especial mención merecieron los viajes al extranjero de Artur Mas y cómo se pagan. Y a propósito de ellos, Maragall agregó: "Los insultos personales a los adversarios no formarán parte del estilo de gobernar del PSC ni se confundirán con hacer política", en referencia a las descalificaciones personales lanzadas contra él por el conseller en cap, Artur Mas, el pasado fin de semana en Montevideo. "Los insultos son manifestación máxima de impotencia y pueden ser un arma letal que se vuelva contra quien los utiliza", concluyó.