"Me queman las piernas y los brazos, estoy muy cansada"
Con tres medallas (bronce en solo y en dúo, y plata en combinada), Gemma Mengual se ha convertido, a sus 26 años, en la reina española de los Campeonatos, en la especialista nacional más importante de todos los tiempos. Ha nadado todas las pruebas y está agotada por el esfuerzo físico; pero, tan solo un día después de finalizar la competición asegura que ya necesita tirarse al agua. Sin agobios, en la playa, y a la espera de iniciar sus vacaciones en Estados Unidos, donde nunca ha estado.
Pregunta. ¿Sospechaba los éxitos obtenidos en Barcelona?
Respuesta. No. Lo soñaba, pero lo veía casi imposible. El podio siempre es de Japón, Estados Unidos y los países que son más fuertes. Pensaba que, por más que los Mundiales fueran aquí, no nos lo reconocerían.
"Nací para este deporte: tengo facilidad en el agua, me gusta, soy ágil, me cuesta poco..."
"Sin hacer nada, aguanto unos tres minutos bajo el agua; en ejercicios, un minuto ya es mucho"
P. ¿Por una cuestión de jerarquía o porque aún no se veía preparada para asaltar el podio?
R. De jerarquía. Sabía que teníamos el nivel, pero no creía que los jueces nos dieran esta alegría.
P. ¿Desde cuándo están a un nivel similar al de las grandes?
R. En Fukuoka, hace dos años, ya nos dimos cuenta.
P. Diez chapuzones en la piscina. ¿Cómo lo ha soportado?
R. Ha sido duro; la competición ha sido tensa y he tenido mucha carga física. Pero, las alegrías me han dado energía para seguir.
P. ¿Cómo se le queda el cuerpo?
R. Me siento muy pesada. Me queman las piernas y los brazos, siento que cuando los aprieto no puedo mantener la tensión. Estoy muy cansada.
P. ¿Iguala otro deporte en esfuerzo físico a la sincronizada?
R. Yo, que he hecho natación, sé que la sensación que tienes cuando nadas 400 metros es similar. Quizá la rítmica y la gimnasia deportiva se asemejen.
P. ¿Cuánto tiempo puede resistir bajo el agua?
R. Sin hacer nada, casi unos tres minutos. Haciendo ejercicios, un minuto ya es mucho.
P. Alguna vez, a mitad de ejercicio, ¿ha sentido que no podía más?
R. Siempre. Intentas superarte, pero lo pasas fatal. El día que lo pasé peor fue el de la eliminatoria del solo. Salí fatal, a mitad del ejercicio no podía más y la parte final iba arrastrándome. Pero lo disimulas. Y en el dúo, las piernas se me doblaban y casi no podía salir del agua. Normalmente, cuando ya llevas un minuto y medio dándole caña a tope, te entra el bajón.
P. Y, pese a ello, consigue clavar los movimientos.
R. Eso es precisamente lo que entreno: acabar la coreografía entera sin que se note el cansancio.
P. En esas circunstancias, ¿pesa más lo físico o lo psicológico?
R. Lo psicológico influye, pero lo físico pesa mucho más. Cuando ves que físicamente aguantas porque te has entrenado mucho, entonces el coco te dice: lo puedes hacer.
P. ¿Cómo se logra la sincronización perfecta en dúo?
R. Son horas y horas de trabajo. A parte, contamos la música (cada movimiento tiene un número con la música), escuchamos los altavoces subacuáticos y repetimos, repetimos y repetimos.
P. ¿Les da tiempo a hacerse señales o de verse la una a la otra?
R. Siempre miras de reojo y, a veces, durante la rutina, también de cara; entonces, aprovechas para hacer un gesto de "¡venga, que podemos!", te animas. A mí me pasa en el equipo técnico con Andrea. Pero no es corriente. Normalmente, miras de reojo para vigilar la sincronización y por si a alguna de tus compañeras se le va la olla, que no suele suceder.
P. ¿Puede nadar con una compañera con la que no se lleve bien?
R. Sí, es posible.
R. ¿Le ha pasado alguna vez?
R. No, pero lo imagino. Cuando estás en el agua te da igual que te lleves o no con la persona; sólo quieres hacerlo bien.
P. Cuando sale del agua, ¿sabe si ha hecho bien o no el ejercicio?
R. A veces, son más las sensaciones. En el dúo, cuando yo estoy en el agua haciendo una figura, no sé cómo lo hago, pero veo las piernas de Paola. Si veo alguna pequeña cosa, enseguida la intento arreglar; disimulo, pero estoy pendiente de la otra persona.
P. Fue lo que les pasó en la final de dúo.
P. ¿Pierde peso tras una competición como ésta?
R. Dos, tres kilos, en toda la competición. Aquí no he perdido tanto porque ya lo había hecho en los entrenamientos previos a los Mundiales. Quizá, un kilo y medio. Pero ayer ya lo recuperé: comí bien, estuve toda la tarde picando y luego me fui a cenar. Me gusta comer, así que recuperaré rápido.
P. Los 48.000 euros que recibe de la beca ADO ¿son suficientes para el esfuerzo que realiza?
R. No sé, pero creo que sí. Claro que si lo comparas con otros deportes, es poco.
P. ¿Y los 22.000 que cobran la mayoría de sus compañeras?
R. Es bastante más justo.
P. ¿Cuándo tiene las pulsaciones más altas?
R. Combinando ejercicios de muchas repeticiones y poco descanso, puedo llegar a 190 pulsaciones, después bajo y luego vuelvo a subir. Intentamos forzar mucho el corazón para después asimilar bien las coreografías.
P. ¿Se siente una superdotada físicamente?.
R. Tengo facilidad para hacer este deporte y la suerte de haber acertado dedicándome a él. Quizá en otro, no hubiese llegado a nada. Porque, fuera del agua
, soy bastante patosa . Pero realmente creo que nací para este deporte. Tengo facilidad en el agua, me gusta mucho, soy ágil, me cuesta poco... lo cual no quiere decir que me canse menos, sino que tengo más facilidad para aprender cosas nuevas.
P. ¿Qué cree que las separa aún de rusas y japonesas?
R. La técnica. Ellas son más precisas, nosotras tenemos que ser aún más limpias nadando y más correctas técnicamente, aunque ya hemos mejorado mucho. En algunos momentos apenas se aprecia la diferencia. Estamos, más o menos, al nivel de Estados Unidos
P. ¿Y de Virginie Dedieu, la campeona del mundo?
R. Técnicamente, es muy buena, pero sobre todo es su nervio brutal y su fuerza. Eso hace que sus coreografías tengan una caña total. Es muy poca cosa, pero saca todo lo que tiene.
P. ¿Para la sincro se necesita un cuerpo especialmente dotado?
R. Sí. Es un deporte estético.
P. ¿No está demasiado dominado por la estética?
R. Es un deporte y como tal se valora. Lo que sí es cierto es que, cuando se puntúa una coreografía, si te gusta la chica y es elegante, eso también se valora.
P. ¿No es de otro tiempo lo del bañador y el casquete?
R. No me imagino con un gorro de látex, por ejemplo. Y los bañadores de hoy, me gustan.
P. ¿Los éxitos logrados se enmarcan en el reciente despegue del deporte femenino español?
R. Creo que sí. Las mujeres estamos saliendo del anonimato, trabajando mucho y con resultados.
P. ¿Ese despegue es producto del trabajo o del apoyo exterior?
R. De todo un poco. Le hemos puesto ganas, la mujer quiere destacar y es lo que estamos haciendo. También tenemos ayudas. Yo diría que a partir de 1995 la Federación comenzó a implicarse.
P. ¿En este tiempo ha pensado alguna vez en tirar la toalla?
R. En momentos de agobio, sobre todo en el invierno, cuando te cuesta entrenar y ves aún las competiciones lejos y te da la sensación de que estás estancada, te dices "para qué me entreno tanto si no hago nada". Piensas en dejarlo. Pero cuando se acercan las competiciones es cuando empiezas a ver el resultado.
P. ¿En qué ha mejorado respecto a los Europeos de Berlín?
R. En la fuerza y la altura de sacar el cuerpo y las piernas.
P. ¿Ha sentido el miedo escénico en Barcelona?
R. Sí. Casi siempre lo siento cuando estoy calentando. "¿Ahora tengo que salir delante de tanta gente?, me digo. Qué horror, no quiero salir". El solo del primer día fue así. Antes casi no estaba nerviosa, me daba hasta pereza, pero cuando no quedaba nada me empecé a poner nerviosa y cuando oí a la gente casi me da algo.
P. ¿Nadará después de Atenas?
R. Si todo va bien, sí.
P. ¿Hasta qué edad se puede nadar en la sincronizada?
R. La nadadora griega, por ejemplo, tiene 33 años. Yo me veo hasta los 29 o así.
P. El desnudo del equipo en Interviú ¿lo harían gratis ahora?
R. No. Nos cogió de improviso y ahora ya está hecho.
P. ¿Ha tenido ofertas del mundo del espectáculo o de la moda?
R. Alguna cosita de moda.
P. ¿Le hace gracia ese mundo?
R. Sí, pero la sincro no me deja mucho tiempo.
P. ¿Va a contratar un agente?
R. Estoy en ello.
P. ¿Se considera la Meca de la sincronizada?
R. Me siento la más destacada del equipo por los resultados, pero nada más.
P. ¿Eso le ha creado alguna vez problemas con el resto del equipo?
R. No. Si hay alguna envidia, nadie lo expresa. Pero no lo creo; creo que me admiran porque todas somos como una familia.
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