El PP tumba todas las propuestas de la oposición para aclarar la gestión del Gobierno

El mes de julio tiene dos constantes, las fiestas de San Fermín y la reunión de la Diputación Permanente del Congreso. Ambas, según el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, terminan mal. En sanfermines "los toros siempre acaban en el desolladero" y en la Diputación Permanente la oposición es "absolutamente laminada". El diagnóstico de Anasagasti alcanzó ayer la precisión de un teorema. El presidente del Gobierno, José María Aznar, no tendrá que ir al Congreso para justificar su convencimiento de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak ni para explicar el envío de tropas españolas a aquel país; el director del Centro Nacional de Inteligencia, Jorge Dezcallar, no tendrá que dar cuenta de sus informes sobre aquellas armas; la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, tampoco tendrá que explicarse sobre el envío de tropas.

El PSOE denuncia "negligencias importantes" en el accidente del Yak-42

Caldera: "El Gobierno ha mentido una y cien veces sobre las armas de destrucción masiva"

Y la enumeración sigue. Tampoco tendrá que acudir al Parlamento el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, para informar sobre el AVE Madrid-Lleida; ni el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, para aclarar su posición ante la crisis de la Asamblea de Madrid; ni el titular de Defensa, Federico Trillo,para informar sobre la tragedia del avión Yakovlev 42.

Cinco horas y media de debate parlamentario dieron muy poco fruto a la oposición. Para ser exactos, ninguno. Todos los portavoces expresaron su convencimiento previo de que el PP rechazaría las iniciativas. Y a los votos del Grupo Popular se sumaron, de manera constante y efectiva, los de Coalición Canaria. CiU se desmarcó ligeramente del resto de la oposición. En lo que respecta a la comparecencia del fiscal general del Estado, se abstuvo.

Abrió la sesión el portavoz del PSOE, Jesús Caldera, con la pretensión de que Aznar comparezca en un pleno y muestre las "evidencias que le llevaron a afirmar, fuera de toda duda, aquello de 'todos sabemos que Sadam Husein tiene armas de destrucción masiva'".

Caldera fustigó al Gobierno al reprocharle que "se ha mentido una y cien veces", dentro y fuera del Parlamento. Ni armas de destrucción masiva ni conexiones con el terrorismo internacional ni conexiones de algunos detenidos en nuestro país con ese terrorismo. Nada, argumentó el portavoz socialista, se ha cumplido.

También intentó conseguir la comparecencia ante la Comisión de Secretos Oficiales del director del Centro Nacional de Inteligencia, para que dé cuenta de los informes que el CNI haya elaborado respecto a las armas de destrucción masiva de Irak. Caldera también defendió una proposición no de ley para que el Gobierno investigue las circunstancias en las que murió el cámara de Tele 5 José Couso, de un disparo de tropas de EE UU, durante la guerra de Irak.

Por fin, como la intervención agrupaba varias cuestiones, Caldera pidió que se explicase el envío de tropas españolas a Irak. Argumentó que incluso EE UU ha reconocido ya que se enfrenta en aquel país a una auténtica guerra de guerrillas, por lo que Caldera advirtió que su grupo no aprueba el envío de soldados y atribuyó al Gobierno la exclusiva responsabilidad de la decisión, aunque quiso dejar claro su apoyo y solidaridad con las tropas españolas.

Gaspar Llamazares, portavoz de IU, se empleó a fondo para tratar de demostrar que Aznar ha mentido al menos en cinco ocasiones respecto a las armas de destrucción masiva de Irak y rechazó, también, el envío de soldados españoles, "una fuerza de ocupación al margen de Naciones Unidas y de nuestra Constitución". Le afeó al Gobierno que incluso en un pequeño país como El Salvador se haya celebrado un debate parlamentario a propósito del envío de 346 militares a Irak.

Gustavo Arístegui, portavoz del PP, rechazó todos los argumentos de la oposición y negó que la decisión de apoyar la guerra de Irak se hubiese tomado en base a cualquier informe español o extranjero. "Aquí nos hemos fundamentado exclusivamente en las informaciones de prensa", aseguró, "y en las convicciones que toda la comunidad internacional tenía" y que desembocaron en la resolución 1.441.

En cuanto a los soldados españoles, agregó Arístegui, acuden a Irak con el respaldo jurídico de la resolución 1.483 del Consejo de Seguridad que, según dijo, "no obliga a nadie, evidentemente, pero tampoco obliga a nadie a no ir". Y España ha decidido acudir "para participar en una operación clásica, primero de imposición de la paz y estabilización de un país" y, después, de reconstrucción en el sentido de "crear un Estado seriamente democrático con instrucciones sólidas y creíbles".

La misma suerte que todas las anteriores corrió la petición de los grupos de la oposición para que el ministro de Defensa informe sobre la tragedia del Yakovlev 42 en la que perdieron la vida 62 militares españoles. Lo pedían socialistas e IU. Salvador de la Encina, en nombre del PSOE, se mostró convencido de que "ha habido negligencias importantes" y debe abrirse una comisión de investigación parlamentaria. Manuel Atencia, del PP, rechazó la comparecencia porque, ayer mismo por la tarde, se iba a celebrar una, a petición del titular de Defensa, ante la Comisión de Defensa.

José Segura (PSOE) pidió, con el mismo éxito que todos los anteriores, que Álvarez Cascos fuese al Congreso para explicar la desviación presupuestaria en las obras del AVE Madrid-Zaragoza-Lleida. Luis Ortiz, del PP, despachó la cuestión con el argumento de que el ministro ha acudido en numerosas ocasiones para hablar de este asunto y que una nueva comparecencia sería "repetitiva, reiterativa, redundante e innecesaria".