Italia pospone para 2005 la reforma de las prejubilaciones

Después de haber deshojado durante meses la margarita de si afrontar o no una reforma de las prejubilaciones para nivelar las cuentas públicas, el Gobierno italiano de centro-derecha ha decidido ayer posponer la medida, al menos hasta 2005. En el Documento de Programación Financiera y Económica, presentado a sindicatos y empresarios, y abordado anoche por el Consejo de Ministros, apenas se menciona la necesidad de retocar las pensiones.

La renuncia del Ejecutivo a recortar el sistema de prejubilaciones, que lastra considerablemente el abultado gasto social (14,3% del PIB), se produce después de una áspera batalla política entre la Liga Norte y el ministro de Economía, Giulio Tremonti.

El ministro de Trabajo, Roberto Maroni, se mostró satisfecho con el documento que, además, prevé un crecimiento económico del 2% para 2004 y un modesto 0,8% para este año.

Los sindicatos habían advertido al Ejecutivo de que cualquier recorte en las prestaciones sociales sería recibido con una huelga general. Aun así, ayer, los líderes de CGIL, CISL y UIL, las tres grandes confederaciones, expresaron "decepción" por el documento en el que se basarán los presupuestos del año próximo, "porque sólo se nos han explicado las líneas generales del mismo", señalaron.

Lo que está claro es que el Gobierno recurrirá de nuevo a medidas "creativas" para reducir el déficit público un 0,5% anual hasta 2007. Los recortes generales superarán los 5.500 millones de euros. Además, el Ejecutivo espera reducir costes por valor de otros 10.000 euros mediante la venta de inmuebles y privatizaciones.

Tremonti propone estimular el consumo sugiriendo a los italianos que hipotequen sus casas para obtener liquidez. Indicación que recibió ayer críticas generalizadas en el centro-izquierda y por parte de algunos analistas que la consideran arriesgada, porque no está claro que la salud del mercado inmobiliario se mantenga mucho tiempo, ni tampoco el bajo coste del dinero.