El alcalde de El Ejido acusa a la dirección de su partido de alentar las divisiones internas

El presidente de la Diputación de Almería, José Añez, compareció ayer ante los medios de comunicación tras la renuncia a los cargos de vicepresidentes de la institución de cuatro de sus diputados sin que se hubiesen producido aún sus nombramientos y pidió una aclaración a la dirección del partido. Añez solicitó un "gesto amable" tanto a la cúpula popular como a los cuatro diputados díscolos después de que el quinto, José Fernández Amador, lo apoyara ayer. Añez reconoció su sorpresa por la renuncia de los diputados y no ocultó el dolor al comprobar que la dirección del partido alentó la decisión.

El cierre en falso, hace diez meses, de la crisis larvada en el seno del PP de Almería por el relevo de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador al frente de la Diputación ya pasa factura a los populares. La escenificación de tres conferencias de prensa en menos de 24 horas para expresar desengaños y descontentos internos ofrece una imagen de caos aderezada con verdades a medias. El presidente de la Diputación no quiso aclarar si hubo un acuerdo previo en Madrid por el que las vicepresidencias primera y segunda debían ser asignadas a Carmen Navarro y Ana Toro. Pero ayer Añez reconoció que nunca le gustó tener que contar con ocho vicepresidencias dentro de su equipo de gobierno, y que accedió por el "compromiso adoptado" con su predecesor en el cargo.

La renuncia, apenas siete horas después de anunciada la distribución de gobierno, de la mitad de los vicepresidentes al considerar éstos que no cuentan con áreas de responsabilidad ni con la confianza del presidente, ha abierto aún más la herida.

"Mi sorpresa y mi dolor ha sido el comprobar que estos diputados con los que tengo que trabajar cuatro años den una rueda de prensa y la den en la sede del PP. Creí que estaban alentados por el propio partido para que hicieran la rueda", dijo ayer Añez.

El presidente de la Diputación compareció arropado por los diputados restantes de su equipo de gobierno, entre ellos el alcalde de Sorbas y vicepresidente séptimo, José Fernández Amador, que supuestamente apoyó la tarde anterior la protesta de los diputados Carmen Navarro, María Muñiz, Ana Toro y Francisco Amizián. La tibia actitud de Fernández Amador quedó ratificada por sus propias declaraciones: "Estoy aquí porque me lo ha pedido el presidente. Yo no estuve en la rueda de prensa de ayer y no sé qué se dijo exactamente. Mi renuncia, por el momento, sigue estando ahí", dijo.

Tras lo sucedido, José Añez expresó su deseo en obtener una "nota aclaratoria" del propio partido. "Mis manos y la del resto de los diputados van a estar abiertas a esos diputados. Con esa misma generosidad que mostramos les pido que recapaciten".

Quien no se mostró tan generoso ni tan diplomático fue, desde El Ejido, el alcalde y valedor de Añez, Juan Enciso. En declaraciones a la emisora de la Diputación, Enciso acusó al presidente del partido de manipular la situación. "En el 95 Luis Rogelio no era nada y, sin embargo, se propuso a él como presidente de la Diputación y que él hiciese su lista. Ha hecho una manipulación total del partido. Es grave que un presidente aliente a la gente a hacer lo que ha hecho". Enciso fue aún más lejos para volver a insistir sobre la supuesta influencia que Madrid y Sevilla ejercen en la gestión de Rodríguez-Comendador: "Tenemos un presidente muy débil. Y es una pena que esto se trasvase a la alcaldía de Almería, porque los almerienses van a tener un alcalde débil y un presidente débil".

Más tarde, el presidente del partido, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, anunció una nueva configuración de gobierno tras una reunión de urgencia entre él y los trece diputados en la que no estuvo presente Añez. "Hay muy buena voluntad por parte de todos para alcanzar un acuerdo razonable. Esperamos que entre esta tarde y mañana quede configurado el equipo", dijo Comendador.