Tito Duarte, músico
Ernesto Tito Duarte, multiinstrumentista de origen cubano de 57 años, falleció el pasado lunes en Córboba, donde participaba en la presentación en directo de Sueños de ida y vuelta, el proyecto del flamenco Víctor Monge, Serranito, en el Festival de la Guitarra cordobés. Durante los ensayos del espectáculo se sintió indispuesto y fue ingresado en el hospital Reina Sofía, donde murió, según los médicos, a consecuencia de un infarto.
Tito Duarte nació en Cuba en 1946; era hijo del gran compositor y director Ernesto Duarte Brito, que trabajó con figuras de la envergadura de Beny Moré, aparte de desempeñar funciones directivas en el mundo del disco en los años cincuenta. Los Duarte se marcharon de Cuba cuando la revolución castrista mostró su cara más agria y se instalaron en Madrid. No corrían aquí buenos tiempos para la música tropical y don Ernesto se recicló en ejecutivo de la filial española de la multinacional RCA, puesto desde el cual ejerció un amable magisterio sobre aprendices de disqueros y periodistas musicales. Su hijo, que ya había tocado con la orquesta paterna en Cuba, se reveló pronto como instrumentista polivalente y arreglador excepcional. Según el productor Julio Palacios, "Tito era la música con patas: tocaba percusiones, saxos, flautas, teclados, bajo, lo que fuera; además arreglaba maravillosamente".
Tales habilidades quedaron demostradas en Barrabás, el grupo que fundó el recién desaparecido Fernando Arbex pensando en el mercado internacional, que acogió con entusiasmo llenapistas como Wild safari e Hi jack. Igualmente, Tito se ganó un puesto en la primera división de músicos de estudio en España. También grabó en solitario elepés que oscilaban entre la comercialidad de los popurrís de Un directo... al sabor (RCA, 1981) y la fusión eléctrica de Tito Duarte (RCA, 1979). Este último disco, también conocido como I am your boss, es una de las piezas más buscadas entre los círculos europeos de coleccionistas del jazz bailable.
Este año, Tito decidió volver a trabajar en solitario, con producción de Julio Palacios y Luis Míguel Fernández. La herencia del viejo sabor, que iba a ser publicado por Fundación Autor, era un recorrido por el mambo, el danzón y otras formas históricas de la música cubana. A la llamada de Tito acudieron muchos de los mejores instrumentistas del país: Jorge Pardo, Pepe Ébano. Vicente Borland, Víctor Merlo, Horacio Icasto o Luis Dulzaides. Para las partes vocales se contó con algunos de los muchos cantantes a los que Tito había acompañado en la carretera: Moncho, Miguel Bosé y Ángela Carrasco. El propio Tito se había comprometido a cantar Suavecito.
A tal fin, los productores habían reservado hora en el estudio para mañana jueves. Desdichadamente, las noticias de Córdoba dieron al traste con la sesión. La herencia del viejo sabor está prácticamente terminado; la idea es que, de acuerdo con la familia Duarte, se publique como homenaje a uno de esos músicos desconocidos para el gran público pero que hacen posible que salgan adelante giras y discos
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