El Gobierno afirma que apoyó la guerra al margen de "especulaciones" sobre las armas

El Gobierno español justifica su apoyo a la guerra de Irak por el "incumplimiento por parte del régimen iraquí de sus obligaciones internacionales", y ello "con independencia de las especulaciones sobre el paradero y la peligrosidad inmediata de los arsenales y programas de armas de destrucción masiva iraquíes".

En respuesta escrita a sendas preguntas del líder de IU, Gaspar Llamazares, y del diputado de la misma formación Felipe Alcaraz, el Ejecutivo señala que no apoyó su decisión sobre "el peligro que planteaban las armas de destrucción masiva del régimen iraquí" en "informaciones o valoraciones de servicios de información, públicas o secretas", sino en "los informes de los inspectores de Naciones Unidas y en las resoluciones del Consejo de Seguridad".

Llamazares se interesó, por escrito, acerca de la "autenticidad de los datos sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para apoyar la guerra contra dicho país".

El Gobierno responde ahora que "el desarrollo de programas de armas de destrucción masiva por parte de Irak es un hecho comprobado y de dominio público. No hace falta recurrir a fuentes de inteligencia, nacionales o extranjeras, para saber que Irak ha trabajado intensamente para conseguir esas armas".

La respuesta añade que "el régimen iraquí ha utilizado armas químicas en el pasado -por ejemplo contra Irán y contra la población civil kurda- y los resultados de las inspecciones de las Naciones Unidas en 1991-1998 y 2002-2003 y los correspondientes informes de los inspectores al Consejo de Seguridad han demostrado asimismo tal evidencia".

Según el Ejecutivo, su línea argumental en las comparecencias parlamentarias sobre la guerra de Irak se ha sustentado en las resoluciones del Consejo de Seguridad y en los informes de los inspectores, según los cuales "nada nos permite afirmar en este momento que Irak, a pesar de las oportunidades que ha tenido, haya procedido a desarmarse".

Guillerme Vázquez, diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG), había formulado otra pregunta por escrito sobre el mismo asunto. En su respuesta, que en esta ocasión tiene distinto texto a la de Llamazares y Alcaraz, el Gobierno insiste en el informe que presentó el pasado 6 de marzo, ante el Consejo de Seguridad, el jefe de los inspectores, Hans Blix, y otros similares en los que se detallaba "la larga lista de cuestiones pendientes de dilucidar respecto a las armas de destrucción masiva iraquíes".

Según el Gobierno, en su respuesta, "esos informes confirman que existía un elevado número de armas y de precursores químicos y bacteriológicos en posesión del régimen iraquí, cuyo paradero se desconocía y cuya localización y eliminación resultaba prioritaria".