Europa gana en la OMC la 'guerra del acero' frente a los aranceles de EE UU
La UE proclama su "victoria total" y Washington anuncia que apelará la decisión
La Unión Europea recibió ayer, de parte de la Organización Mundial de Comercio, un fuerte espaldarazo a sus reclamaciones contra los aranceles dispuestos hace más de un año por EE UU a las importaciones de acero y productos derivados de la siderurgia. El organismo multilateral consideró, en un contundente fallo, que tales aranceles "contradicen las reglas" del comercio internacional. Portavoces del Gobierno de Washington anunciaron que apelarán la medida. Si esta apelación es rechazada por la OMC, la UE podrá aplicar sanciones comerciales a Estados Unidos.
En marzo del pasado año, el presidente de EE UU, George W. Bush, decidió imponer aranceles de hasta el 30% a las importaciones de acero para defender a su siderurgia, sumida en una grave crisis. Ayer, un panel de expertos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) dictaminó que tal medida infringe las reglas de esta organización multilateral. La Unión Europea y China, principales productores de acero del mundo, que junto a Japón, Corea, Suiza, Noruega, Nueva Zelanda y Brasil habían denunciado a Estados Unidos por este asunto, proclamaron ayer su "victoria total".
Washington reaccionó inmediatamente anunciando que recurrirá el veredicto, informa Efe desde Ginebra, desoyendo a la UE y sus socios, que por la mañana reiteraban su petición a EE UU de que derogue sus medidas proteccionistas. La decisión final, una vez analizada la apelación, debería llegar normalmente antes de fin de año.
Desde marzo de 2002, Estados Unidos impone un arancel a la importación de entre el 8% y el 30% a diez grupos de productos siderúrgicos. Sólo dejó fuera de la medida a algunos países próximos, como México y Canadá, y a países en desarrollo que no son importantes en este sector. Fue una fórmula ideada para defender a la siderurgia estadounidense, que ha registrado una treintena de cierres patronales en los últimos seis años.
La UE, que intentó sin éxito parar la puesta en marcha de tales medidas, siempre ha sostenido que si el acero europeo era más competitivo se debía a que Europa ya había hecho los deberes acometiendo una costosa reconversión industrial pendiente al otro lado del Atlántico. También acusó a Bush de electoralismo al intentar atraerse los votos de los tres principales Estados productores: Ohio, Pensilvania y Virginia.
La OMC, una vez analizadas las medidas en un documento de 900 páginas, considera ahora no fundamentadas ni acordes con las reglas comerciales internacionales las razones esgrimidas por Washington para imponer tales aranceles. EE UU no registraba un aumento de las importaciones de acero en el momento de tomar su decisión, una razón que puede esgrimirse a la hora de defender el mercado propio. Tampoco las autoridades estadounidenses, a ojos de la OMC, han demostrado que hubiera un serio perjuicio para su siderurgia y, para colmo, excluyó de la penalización impuesta al acero proveniente de Canadá, México, Israel y Jordania, también "en contradicción con las reglas de la OMC".
Medidas de salvaguarda
"Apelaremos en todos aquellos puntos en los que han dictaminado contra Estados Unidos y mientras tanto seguirán en vigor nuestras medidas", dijo en Ginebra Richar Mills, portavoz del secretario estadounidense de Comercio Exterior, Robert Zoellick. Mills añadió que tales medidas han sido importantes para consolidar y reestructurar el sector siderúrgico de EE UU.
Ésta es la segunda gran victoria comercial de la Unión Europea frente a Estados Unidos en poco más de año y medio. En enero de 2002, la UE ganó el contencioso de los subsidios a la exportación que otorgaba Washington a sus empresas cuando operaban a través de paraísos fiscales, lo que le permitió obtener el permiso de la OMC para gravar con aranceles adicionales a productos estadounidenses por un valor total de 4.000 millones de dólares anuales, la cifra más alta de la historia.
Si EE UU no deroga sus medidas sobre el acero, aprobadas en principio por tres años, podría sufrir un resultado similar, ya que si pierde la apelación, la Comisión Europea puede aplicar contramedidas de salvaguarda por un valor de 2.300 millones de euros, dijo a Efe la portavoz de Comercio de la UE, Arancha González.
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