"Es un país de muchas preguntas"

PREGUNTA. ¿Cuál es el papel del ensayo en Colombia?

RESPUESTA. Hoy se leen más ensayos que antes. Es lógico, porque Colombia es un país que se está pensando con intensidad, se está descubriendo, está cambiando su concepción de sí mismo. Lo que hoy vivimos como un gran desorden es en realidad el descubrimiento de un país mucho más complejo, que ya no cabe en los esquemas mentales e institucionales que nos legó la tradición.

P. ¿Qué tanto influye la realidad colombiana en su literatura?

R. Cada vez más mis ensayos, mis poemas, y en la narrativa (ahora escribo una novela sobre los primeros viajes de los europeos por el Amazonas) se nutren de la realidad actual y de la memoria de mi país, y del descubrimiento de sus complejos nexos con el mundo.

1. Yo diría que la diversidad. Tanto en la narrativa como en la poesía Colombia es un país de muchas voces, de muchas preguntas. Un país que, agobiado por sus conflictos, necesita de la creatividad para descifrarse y también para exorcizar sus demonios.

2. Después de las condensaciones míticas de García Márquez y de Germán Espinosa, de las selvas verbales de Álvaro Mutis, de la poesía audaz y contenida de Aurelio Arturo, ahora tenemos las novelas volcánicas e indignadas de Fernando Vallejo, una suerte de violento conjuro contra la violencia, los relatos rigurosos y eruditos de Enrique Serrano, la gracia verbal y argumental de Héctor Abad Faciolince, el sentido de observación y el rigor psicológico de Tomás González, los thrillers tropicales de Jorge Franco, y toda una generación de narradores en la que se destacan entre otros Óscar Collazos, Rafael Humberto Moreno, Julio César Londoño, Darío Jaramillo, Santiago Gamboa, Julio Paredes e Iván Hernández. La poesía tiene desde poetas consagrados como José Manuel Arango y Raúl Gómez Jattin, recientemente fallecido, y también Giovanni Quessep y Jaime Jaramillo Escobar, hasta la más reciente de Piedad Bonnett (quien acaba de publicar también una excelente novela), Gerardo Rivera y Víctor Gaviria, quien es también conocido como director de cine. La lista, por supuesto, es muy incompleta.

3. Es un reclamo de la Comunidad Europea que España se siente obligada a cumplir, pero también un acto hostil con países que tienen el legado de España y forman parte de su comunidad cultural. La lógica del mundo moderno es: libertad para los capitales y encierro para los trabajadores, sobre todo si son pobres, pero es una lógica que no puede sostenerse. Yo firmé con algunos intelectuales y artistas colombianos una carta declarando que no volvería a España mientras se mantuviera el visado, porque los intelectuales tenemos el deber de recordar que las soluciones son otras. Si Europa quiere impedir la inmigración traumática, debe ayudar a que los países pobres puedan ser una patria para sus propios hijos, con mayor razón si pensamos que en el pasado los pobres de Europa siempre pudieron contar con la hospitalidad del continente americano.

William Ospina (Padua, Tolima, 1954) es autor del libro de poemas El país del viento (Trilce) o el ensayo El surgimiento del globo = Surgimento do globo (Pre-Textos).