_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ca Revolta

Está claro que la derecha valenciana, la derecha capitalina representada por su alcaldesa, doña Rita Barberá, no está por la labor de abrir espacios de libertad promovidos por la sociedad civil. Lo que está sucediendo con Ca Revolta es buena prueba de lo que digo. ¿Por qué el Ayuntamiento no concede la licencia de apertura de sus locales y anda racaneando con triquiñuelas administrativas? Parece ser que la oposición del Consistorio al funcionamiento de Ca Revolta se basa, principalmente, en unos ruidos que molestan a alguno de sus vecinos. Esto es técnicamente corregible y Ca Revolta así lo ha hecho. En todo caso, y si la causa fuesen los ruidos molestos, ¿cuántos locales de diversión y ocio existen en Valencia que no cumplen lo que se pide a Ca Revolta? Si se aplicase a estos locales el mismo trato que a Ca Revolta, Valencia la nuit se convertiría en una ciudad muerta, triste y sin alicientes. Pero Ca Revolta es algo más que un lugar en el que se ofrecen actuaciones musicales. Es un espacio en el que convergen encuentros de reflexión en libertad, exposiciones, se someten las ideas a debate, en una palabra, un foro cultural donde la libertad y la democracia forman parte de su misma esencia. Y, como decía en esta misma página mi admirada y querida Rosa Solbes el pasado domingo, ¿no se podría reabrir Ca Revolta, renunciando, aunque fuera de momento, a sus actividades musicales, y preservar así este necesario espacio de encuentro, reflexión, reunión y exposiciones? Mucho me temo que no. A nuestras primeras autoridades municipales no les importa demasiado que a los vecinos de la ciudad les molesten los ruidos musicales y de cualquier otro tipo. Valencia está llena de zonas ruidosas. Lo que les molesta a nuestros políticos de la derecha municipal es el "ruido de las ideas". Lo que en otras partes una iniciativa de la sociedad civil como es el caso de Ca Revolta no sólo seria bien recibida como una aportación al mundo cultural de la ciudad sino ayudada por los poderes públicos, en Valencia se le ponen toda serie de trabas. Continuamos con políticos de saragüells i espardenyes.

fburguera@inves.es

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_