Dolor en el velatorio de Ladan y Laleh
Separadas por la muerte, las siamesas iraníes Laleh y Ladan Bijani fueron veladas ayer en una mezquita de Singapur. Las hermanas, que fallecieron el martes tras una operación de 52 horas, recibieron el homenaje emocionado de unos 300 musulmanes que les dedicaron cánticos del Corán o rezaron en silencio. En Irán, el presidente, Mohamed Jatamí, dirigió un mensaje a la nación en el que alabó a las siamesas por su valentía a la hora de buscar un futuro mejor. Jatamí defendió el trabajo de los doctores, "porque no buscaban otra cosa que dar una vida mejor a las dos hermanas". Distinta fue la opinión de Alireza Safaian, el médico que prohijó a las Bijani. "Podrían haber vivido 20 años más, fueron usadas como conejillos de Indias. Sólo tenían un 5% de posibilidades de sobrevivir", dijo en Teherán.
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