El aterrizaje comunitario

¿Cómo será la Unión Europea de 25 países? La incorporación de pleno derecho, el 1 de mayo de 2004, de diez nuevas naciones centra los debates programados en el seminario sobre Europa Central, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos (APE) dentro los Cursos de Verano de la UPV en San Sebastián.

El ministro polaco para la Integración Europea, Dariusz Szymeczycha, abrió el lunes el cónclave sin tapujos, a la vez que algo contrariado. Declaró que la ampliación de la UE supone "devolver la justicia al Este de Europa tras la Conferencia de Postdam", en 1945, pero apostilló: "Me preocupa el descenso del entusiasmo por la ampliación que se está produciendo en los países miembros", y citó el rechazo mostrado por amplios sectores políticos de Francia y Austria.

El fundador de la Izquierda Socialdemócrata eslovaca y miembro de la Convención Europea, Peter Weiss, incidió en la "evidente diferencia" entre los fondos para la recién aprobada ampliación y los recursos recibidos desde la entrada de España, Portugal y Grecia.

Desde una visión económica, Istvan Szent-Ivany, presidente de la Comisión Parlamentaria de Integración Europea de Hungría y miembro de la Convención, pronosticó que la Europa de 25 "ya no será sólo un club de países ricos" y "acentuará su carácter continental" al sumarse Estados que carecen de costas.

Adam Michnik, director de Gazeta Wyborcza,

el diario de referencia polaco, asistente fijo a este seminario, centró la discusión en el afloramiento de un cierto "sentimiento antinorteamericano" dentro de Europa que puede ser "muy peligroso" y tener "repercusiones negativas" para ésta. "Nos enfrentamos a una mezcla muy rara de la xenofobia derechista y resentimientos de la izquierda, con un aditivo antiglobalista que se manifiesta en la necesidad de provocar disturbios y escaramuzas", sostuvo. También llamó la atención sobre "los escándalos de corrupción" que sufren los Estados, un problema "más grave incluso que el del terrorismo, hoy por hoy".

El caso Turquía estuvo ayer presente en las ponencias sobre la ampliación de la UE y la política exterior común como un fenómeno inherente al futuro mapa geopolítico europeo y a las relaciones internas. Weiss planteó las ventajas de una Europa "multicultural" donde quepan los turcos, en lugar de "levantar barreras" dentro del continente. El dirigente eslovaco añadió: "Si respetamos a Turquía en la Alianza Atlántica, no deberíamos tener ningún problema para aceptarlo como un aliado en la UE", aunque condicionó su entrada al "cumplimiento de los criterios económicos, políticos y de seguridad" que han acreditado los nuevos socios.

Szymeczycha, en una línea similar, expresó su preocupación por "los temores que los europeos tienen a la entrada de Turquía", aunque admitió las carencias de este país para "cumplir con el estándar democrático exigido a los nuevos países miembros". A su juicio, "Turquía puede evolucionar", por lo que "no deben establecerse líneas fronterizas definitivas" con este paí

s.

El seminario sobre Europa Central sigue hoy y se cierra mañana con sendos debates sobre la cultura y los medios de comunicación en la nueva Europa.