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Reportaje:

El amor que viene del este

Una agencia matrimonial ayuda a hombres españoles a encontrar esposa en Ucrania

Puede que el amor no tenga horario ni fecha en el calendario, como dice la canción, pero lo que desde luego no tiene son fronteras. Al menos así lo demuestra la agencia matrimonial Tamara de Granollers (Vallès Oriental), que con apenas un mes de vida se ha especializado en unir hombres españoles con mujeres ucranias.

¿Por qué mujeres ucranias? "Porque son muy cultas, ya que el Gobierno les costea la carrera", responde el promotor de la agencia, Eduardo Pérez Muñoz, de 70 años. "Tienen una mentalidad distinta a la de las españolas; son muy cariñosas, muy celosas, fieles y juguetonas". Pérez asegura no tener nada en contra de las españolas -estuvo casado 42 años con una-, pero, en su opinión, estar casado con una ucrania "es distinto".

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La agencia matrimonial nació apenas tres meses después de que, en febrero, Eduardo contrajera matrimonio con Tamara, una ucrania de 47 años a la que conoció a través de los servicios de otra agencia del mismo tipo ubicada en Vic (Osona). Tanto Tamara como Eduardo eran viudos. Ella accedió a los servicios de este centro por su hija. "Me engañó para que encontrara pareja a través de este sistema, puesto que yo no creía que pudiera surgir una relación seria de él", afirma Tamara. El caso de Eduardo fue distinto: "Yo era viudo y cuando me decidí a buscar una pareja tenía claro que la quería de allí, de Ucrania, de una ciudad en la que había estado con anterioridad y donde sabía que las mujeres eran muy guapas". "Lo que me gustó de Tamara fue que no preguntó ni en qué trabajaba ni cuánto dinero tenía", algo, sostiene el marido, "difícil de encontrar en España".

La empresa tiene actualmente 170 mujeres inscritas en sus tres catálogos. Dos de ellos incluyen datos de mujeres de entre 18 y 40 años, y el otro de 40 en adelante. Todas estas damas casaderas, que, según Pérez, "en poco tiempo se convertirán en 500 o 600", pertenecen a la ciudad de Kherson (400.000 habitantes.) La agencia española también tiene sede en esta ciudad ucrania, en la cual dos hijas de Tamara se ocupan de "reclutar a las chicas".

Kherson es una ciudad más que transitada, puesto que en ella se ubican, según el promotor de la agencia, más de 20 agencias matrimoniales. Esta cifra es bastante elevada y responde al interés de las mujeres ucranias de encontrar pareja fuera de su país. "El problema de Ucrania es que hay muchas mujeres y pocos hombres. Es decir, hay 35 millones de mujeres y 15 o 20 millones de hombres, por lo que es imposible que allí las señoras encuentren la manera de crear un hogar, situación que se une a los problemas económicos de la zona", explica Pérez.

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La agencia Tamara ha recibido unas 50 llamadas de hombres interesados en conocer a mujeres del este. Estos hombres han visitado la compañía y hojeado el catálogo, donde se incluyen fotos de las mujeres, su edad, nombre, gustos y preferencias a la hora de elegir compañero. "Una vez que el chico decide qué chica le gusta, le escribe una carta de presentación, que nosotros traducimos al ruso y le hacemos llegar. La chica le contesta, nosotros volvemos a traducir la carta y se la entregamos al interesado". Y así hasta un intercambio de tres cartas. A partir de la cuarta, "el interesado ya tiene que inscribirse en la agencia y pagar 1.500 euros". De esta manera, cuando hay alrededor de 8 o 10 personas inscritas, la empresa organiza un viaje a Kherson para que las parejas puedan conocerse. La compañía cobra alrededor de 1.400 euros por los gastos del viaje, el visado y la estancia en el país. "Si la pareja ve que la relación tiene futuro, deciden casarse, y si todavía quieren conocerse más, se puede programar otro viaje, que es lo que ocurrió en mi caso", explica Pérez.

La boda como finalidad

Actualmente la agencia tiene inscritas a ocho personas y la idea es que terminen casándose. "Lo que pretende la empresa es que todas las personas se casen; las chicas prefieren formar un hogar así, no quieren vivir en pareja". Aunque el negocio puede dar una impresión equivocada, "no se trata de trata de blancas". "Nosotros ni compramos ni vendemos, sólo ponemos en contacto a las personas", puntualiza el promotor. A la pregunta de qué opinión le merecen los matrimonios de conveniencia, Pérez lo tiene claro: "La persona que se desplaza de España a Ucrania va con la idea de encontrar a su media naranja allí, y ellas quieren encontrar a un hombre que les dé una mejor vida, las valore y no las maltrate". Según Pérez, este problema es bastante frecuente en Ucrania. "Éstos son los factores que hacen que los españoles tengamos las puertas abiertas en Ucrania. Allí se nos rifan".

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