Los temporeros desbordan Alcarràs

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Alcarràs (Segrià) están desbordados por los inmigrantes que llegan masivamente al municipio para intentar encontrar un trabajo en la campaña de recolección de la fruta. El número de temporeros, la mayoría subsaharianos indocumentados, crece cada día y la situación está empezando a ser insostenible, ya que el consistorio no tiene recursos suficientes para atender las necesidades más urgentes del medio millar de personas que viven hacinadas, en condiciones de extrema miseria, en un campamento improvisado en las afueras del pueblo.

El alcalde de Alcarràs, el convergente Gerard Serra, denunció la semana pasada que al menos 43 sin papeles han llegado desde los centros de internamiento de extranjeros de Canarias y Andalucía con los billetes supuestamente pagados por la Administración española. Serra ha pedido por carta al subdelegado del Gobierno central en Lleida, Joan Barios, que asuma sus responsabilidades en asuntos de extranjería y frene la llegada de más inmigrantes indocumentados puesto que ninguno de ellos tendrá posibilidades de trabajar en el campo.

Serra reclama medidas policiales para identificar y expulsar a todas las personas indocumentadas que han recalado en Alcarràs en las últimas semanas. La oficina municipal de atención al recién llegado tenía registrados ayer a 360 subsaharianos, a los que sólo puede proporcionar una bolsa de alimentos a la semana y ropa. Serra teme que con el paso de los días se deteriore la convivencia y la situación pueda derivar en conflictos de orden público, ya que existe un verdadero problema de fondo que el consistorio no puede resolver por mucho que quiera.

El año pasado, ante un problema similar, el Ayuntamiento instaló varias tiendas de campaña en las afueras del casco urbano para dar cobijo a los inmigrantes, pero ahora se resiste a aplicar la misma medida para evitar la llegada de más temporeros desde las poblaciones vecinas.