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Termina sin violencia el desfile orangista de Portadown

La logia orangista de Portadown interrumpió su anual desfile a la ermita de Drumcree, frente al temporal y hermético muro policial que impide el paso al barrio católico de esta ciudad norirlandesa. El portavoz local de la orden, Nigel Lawson, hizo un acto de protesta en nombre de los cerca de 600 desfilantes que, a diferencia de ediciones anteriores, procedieron a dispersarse sin recurrir a la violencia. Unos 2.000 efectivos policiales y del Ejército británico controlaron el área.

El ambiente de relativa calma que se registró en la más conflictiva marcha orangista elevó las expectativas por lograr un acuerdo con la comunidad católica en el futuro. Por lo pronto, la jerarquía de la Orden de Orange propuso días atrás poner fin a su protesta permanente en las inmediaciones de la ermita y parece resignada a aceptar el principio del consentimiento previo que exigen los líderes católico-republicanos. Es posible también que la ausencia de serios disturbios marque la tónica de los festejos protestantes del verano, que llegarán a su punto álgido la llamada noche de las hogueras del 12 de julio.

Frente al orden reinante en el desfile de Portadown, su representante político en el Parlamento británico, el líder unionista David Trimble, se enfrentaba a miembros disidentes de su partido, el Unionista del Ulster.

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