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MERCADOS

Crecimiento a ritmo lento

Desilusión en las bolsas por la persistente debilidad económica

La bolsa cierra la segunda semana consecutiva de pérdidas debido a un crecimiento inferior al previsto en los datos económicos de Estados Unidos y al empeoramiento de las expectativas en Europa. El Ibex 35 baja el 2,43% en esta semana, pero cerró el primer semestre con una subida del 13,67%.

Los inversores han continuado en esta semana ajustando sus carteras a una situación económica menos positiva de lo que anticipaban algunos indicadores.

Los datos económicos se empeñan en mostrar un crecimiento económico muy débil en Estados Unidos y en los mercados se da marcha atrás en algunas valoraciones precipitadas, lo que se ha traducido en un nuevo retroceso en el Ibex 35 del 2,43% hasta situarse en los 6.800 puntos, un nivel que se está convirtiendo en una referencia obligada para detectar cualquier posible tendencia.

El pasado lunes se cerró el primer semestre del ejercicio, con una subida del 13,67% en el Ibex 35 que, para muchos inversores, ya es un buen resultado para el conjunto del año, ya que la coyuntura económica europea amenaza con deteriorarse aun más de la mano de Alemania. Los últimos pronósticos para este país apuntan a un descenso del PIB del 0,1% para el conjunto del año, lo cual lastraría el crecimiento del resto de los países de la UE.

Como argumento a favor de la toma de posiciones están los resultados empresariales, que responden a las expectativas y muestran un fuerte crecimiento respecto de los datos del año pasado. Si la bolsa se limitara a valorar los resultados empresariales en lugar de seguir una tendencia global marcada por el mercado estadounidense, los inversores tendrían garantizadas unas buenas ganancias, pero hasta el momento lo único que pueden hacer es aguantar sus posiciones cuando los datos económicos externos insisten en resaltar la debilidad del crecimiento económico.

En esta semana se han conocido los índices de actividad económica y del sector servicios del mes de junio en Estados Unidos, con crecimientos inferiores a los previstos, un inesperado descenso en los gastos en construcción en mayo y el incremento de la tasa de paro hasta el nivel más alto de los nueve últimos años. Un crecimiento menor del esperado y todavía sin crear empleo no es lo que habían valorado los mercados en los últimos meses, de ahí que en las dos últimas semanas haya tenido lugar un cauteloso ajuste de posiciones.

Las expectativas para esta segunda parte del año apenas varían, pues se sigue confiando en el inicio de la recuperación en Estados Unidos y en algunos países de la eurozona gracias a las recientes rebajas de los tipos de interés.

En cuanto a la posibilidad de nuevos descensos de tipos, en el supuesto de que la debilidad de la coyuntura los hiciera necesarios, no parece que los bancos centrales de Estados Unidos y la eurozona vayan a adoptar decisiones a lo largo del verano.

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