Dos productoras se alían para crear "un Broadway madrileño"

Dos productoras de espectáculos musicales con presencia internacional, la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE) y Stage Holding (creada por Joop van den Enden, cofundador de Endemol), se han aliado con el propósito de convertir Madrid "en el Broadway español", a base de estrenos de espectáculos musicales.

Y sus ambiciones no acaban ahí. La nueva compañía, bajo el nombre CIE-Stage Holding, pretende liderar la producción teatral en Europa. Así lo manifestaron el pasado viernes en la capital los responsables de la alianza: el holandés Joop van den Enden, presidente de Stage Holding, y el mexicano Federico González Compeán, director general de CIE Internacional. A partir de ahora gestionarán los teatros madrileños Lope de Vega, Coliseum (que serán sometidos a rehabilitación) y el recién restaurado Nuevo Alcalá y el local catalán BTM (Barcelona Teatre Musical).

El primer espectáculo que CIE-Stage Holding producirá será Cabaret, que se estrenará en octubre en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, con la actriz Natalia Millán -una de las protagonistas de la teleserie Un paso adelante- en el papel de Liza Minnelli. Otros montajes que se barajan, para ser representados en el Coliseum, son: Mamma mia!, Aída, Sonrisas y lágrimas, El rey león, Cats, Calle 42, La danza de los vampiros y The producers, montajes ya estrenados con éxito en escenarios americanos y europeos.

Esta "alianza estratégica" de superproductoras para el mercado español y europeo tendrá una primera inversión de 10 a 12 millones de euros el próximo año. Y tienen sus miras puestas en otra inversión clave (de 25 a 30 millones de euros): el futuro teatro Príncipe Pío. Este escenario, con un aforo previsto de más de 2.000 butacas, se anuncia como el mayor de España y se ubicará en la antigua estación de Renfe, que también albergará un centro comercial y de ocio. La inauguración está prevista para el próximo año.

La concesión a CIE de la gestión del teatro por parte de la constructora Riofisa (que lleva a cabo la transformación del espacio) provocó una polémica en el sector teatral, sobre todo por parte de la SGAE (Sociedad General de Autores de España) y de Antonio Banderas, aspirantes a esa gestión.