Futuro incierto

La semana ha terminado en los mercados de valores con el mismo tono de incertidumbre con que la comenzó, aunque con menor afluencia de papel. La debilidad que muestran los datos económicos coincide con unos índices que ya han descontado el inicio de una recuperación que, sin embargo, no ha llegado, lo que supone la existencia de un inesperado margen de riesgo al que nadie sabe cómo hacer frente.

En esta última jornada, la festividad en la Bolsa estadounidense ha restado posibilidades, lo que ha provocado un recorte en el volumen negociado, tanto por la ausencia de aquellos inversores como por la falta de interés de los de casa. La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.608,11 millones de euros, la cifra más baja desde el pasado 11 de junio y a la que hay que restar casi 700 millones de euros de las operaciones institucionales.

Uno de los pocos datos económicos hechos públicos en esta sesión fue el de los pedidos industriales en Alemania en el mes de mayo, con un descenso del 2,2% como consecuencia de la debilidad de la coyuntura y de la fortaleza del euro en esas fechas, que ha restado pedidos del exterior.

El Ibex 35 subió al cierre el 0,08% y cierra en 6.800 puntos, pero en la semana cae el 2,43%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid ganó el 0,12% en la sesión y pierde el 1,64% en esta semana.

Los mercados europeos registraban comportamientos más negativos, con un descenso del 0,64% en París y del 0,08% en Londres, al tiempo que la Bolsa de Francfort bajaba el 0,40% poco antes del cierre.

El ambiente en los mercados, con una situación económica de persistente debilidad y el habitual descenso de la actividad en los meses veraniegos, no es el mejor de los posibles, sobre todo cuando algunas cotizaciones ofrecen un sobreprecio debido a un exceso en la valoración de expectativas, pero, si los datos económicos continúan mostrando un crecimiento, aunque sea débil, no se esperan cambios de actitud por parte de los inversores.